Víctor Samuel Rivera

Víctor Samuel Rivera
El otro es a quien no estás dispuesto a soportar

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Doctor en filosofía. Magíster en Historia de la Filosofía. Miembro de la Sociedad Peruana de Filosofía desde 1992. Crío tortugas peruanas Motelo y me enorgullezco de mi biblioteca especializada. Como filósofo y profesor de hermenéutica, me defino como cercano a lo que se llama "hermenéutica crítica y analógica". En Lima aplico la hermenéutica filosófica al estudio del pensamiento peruano y filosofía moderna. Trabajo como profesor de filosofía en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; he trabajado en Universidad Nacional Federico Villarreal desde 2005. He sido profesor en la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima hasta 2014. He escrito unos sesenta textos filosóficos, de historia de los conceptos, filosofia política e historia moderna. Tengo fascinación por el pensamiento antisistema y me entusiasma la recuperación de la política desde el pensamiento filosófico. Mi blog, Anamnesis, es un esfuerzo por hacer una bitácora de filosofía política. No hago aquí periodismo, no hago tampoco análisis político de la vida cotidiana- De hecho, la vida cotidiana y sus asuntos no son nunca materia del pensamiento.

domingo, 12 de octubre de 2008

Pío XII es coronado en Roma

Pío XII y los pedófilos


Ante todo, me exuso una vez más ante mis lectores filosóficos o que hacen teoría política pues esta vez voy a colocar un post sobre un asunto cotidiano. Ya sé que violo mis propias normas, pero prometo no hacerlo con mucha frecuencia. Tengo una pequeña conversación con Marco sobre Pío XII, la Iglesia frente a los nazis y los sacerdotes corrompidos moralmente. En vista de que he redactado una respuesta algo grande, la vuelco aquí, junto con la pregunta que le dio origen, en mi post "Contener al Anticristo", que puede hallarse en la remesa del mes de julio.
marco dijo...

Comentario de Marco Palacios en "Contener al AntiCristo":


Siempre he creído saludable los debates entre posiciones divergentes pero con algo en común en sus fundamentos, la sana búsqueda de la verdad así pueda ser hallada o no; debo confesar haberme parecido algo soberbio tu comentario en mi artículo que con algo de humor sólo intento siempre ser honesto con lo que pienso. Como habrás podido darte cuenta soy ateo, a pesar de haber oído que es una postura imposible de sostener, y por lo mismo, discuto al respecto sin prejuicios y apasionamientos por velar por alguien de quien no tengo certeza de su existencia, y con la misma libertad sobre todo aquello que le concierne, como la Iglesia de hoy y de siempre.

Me dices en tu comentario que hice afirmaciones falsas sobre Pio XII, las cuales creo has mal interpretado:

Que yo afirmo que el Papa es mas o menos cómplice de los Nazis!!; no es del todo cierto!!, lo que dije fue que no protestó tan valientemente por los judíos como lo hizo a favor de los minusválidos; la conclusión de "complicidad" es enteramente de tu autoría.

1. El rol neutral del Estado Vaticano durante la II Guerra Mundial del que hablas es una estrategia política en favor del mismo estado y no necesariamente de quienes lo siguen por lo que no haberse pronunciado sobre nada, es sólo la protección del estado como tal!.

2. Sí, es cierto que ya en esa época el Vaticano no tenía un ejercito a su servicio y que en ese sentido estaba desamparada y con respecto a su "obligación", yo tenía entendido que la obligación de la Iglesia es para con TODOS los hijos de dios, y no sólo para los que lo veneran (recordarás al hijo pródigo), por lo que no es natural tenga una prioridad selectiva por encima de otros seres humanos; proceder de esa manera es humanamente y moralmente absurdo y contra lo que el mismo Cristo profesaba; y si tuvieses que ser selectivo, siguiendo las enseñanzas bíblicas la prioridad serían los judíos, ellos son por excelencia el "pueblo de Dios".

2. Y también es cierto que el Papa Pio XI, quien apoyó a Franco que creo, por lo que leí, es merecedor de tu simpatía, se pronunció en contra del nazismo, pero no sin antes haber firmado un pacto con ellos para conservar los derechos del Vaticano sin aun enfrentar los holocaustos de los que PioXII no se pronunció: si protestas hazlo durante los hechos!, no antes ni después!.

3. La Iglesia del Papa Pío XII, como dices, salvó a decenas de miles de judíos italianos, no cabe la menor duda; pero Cristo murió no sólo por esos miles, sino por todas y cada una de las personas que han vivido, viven y vivirán en la tierra, creyentes o no, judío o no!!, él era judío!!.

4. Gracias por no pensar que mis afirmaciones son a la ligera; por tu profesión y tus antecedentes creo te has ganado la misma apreciación de tus lectores y de mi parte.

5. Ahora, estoy totalmente de acuerdo que católicos, protestantes, judíos, agnósticos, ateos o quien fuese tienen total derecho a defenderse o defender sus principios cuando cree alguien lo ha dañado.

6. Con respecto a los curas perversos y de mayoría liberales, como los nombras, creo te has equivocado; la mayoría de ellos no eran liberales!!; y si tuviesen fe o no, no podría afirmarlo!!; pero su torcida atracción para con menores no tiene la menor relación para con su filosofía y su fe: son gente enferma cuyo estado psicológico los confina a deseos fuera de su propia moral y que en apariencia no lucen de manera distinta a ti o a mí, como podríamos notar en cual telenovela barata quién es malo y quién bueno. El asunto es más complicado aun!.

En conclusión lo que dije fue de que la actitud del Papa pudo haber sido políticamente correcta pero que no tuvo la misma valentía para defender a los judíos que buenos o malos también, según las creencias de la Iglesia, son hijos de Dios; también habían niños, ancianos, y mujeres por los que Cristo también murió y me parece que como representante de Cristo en la tierra debió enfrentarse a los Nazis para defender a los judíos tanto como un padre lo haría para con sus hijos.

Me agrada te guste mi Blog y siempre hay que aplaudir las diferencias, es lo que hace a este mundo interesante; qué aburrido sería si todos pensaramos lo mismo!!.


Un abrazo

Respuesta a Marco Palacios

Querido Marco.

Con algo de retraso, contesto tu réplica.

Pío XII y Franco. La República Española era un régimen que practicó sistemáticamente la persecución religiosa, el asesinato, la tortura y la profanación de bienes y personas católicas. Fue un Estado tiránico. Desde el punto de vista religioso, fue un gobierno metafísicamente cruel. ¿Podía el Papa, en una época en que los católicos eran una gran mayoría de los españoles, practicar –esta vez sí- la neutralidad y no luchar contra la República? Era perfectamente lógico que el Papa apoyara a Franco. También lo hizo con Mussolini, con cuyo gobierno terminó medio siglo de guerra civil religiosa contra el Estado liberal italiano. Si es cuestionable que Pío XII debía denunciar las atrocidades contra los judíos por parte de Alemania, no lo es, en cambio, que apoyara (moralmente, por lo demás) a los católicos que buscaban liberarse de la persecución republicana.

Hay que colocar las situaciones en su contexto y tratar de ver las acciones en su contexto. De otra manera, corremos el riesgo de proyectar nuestras propias categorías (e incluso nuestras propias creencias) como si valieran para todos los tiempos y lugares. No es culpa tuya que eso lo fomente la “cultura de masas”, esto es, la barbarie y la ignorancia de los mass media. Pero tampoco culpa mía. De allí esta conversación.

Por lo demás, el Estado nacional de Franco puede que no haya sido el Reino de los Cielos, pero ése no es el punto aquí. El régimen de Bush y sus democracias es bastante peor y a mí no se me ocurre que el Papa lo “denuncie” con más energía (por cierto, el Vaticano es el único Estado europeo que nunca ha secundado a Bush ni a Clinton en su expansión militar y que públicamente, siempre, lo ha condenado, a Bush y sus democracias asesinas).

Sobre que tenemos todos derechos de defendernos. ¿No te parece correcto? La “libertad de prensa” y el “espacio público” (antes de los blogs) estaba reservado para los liberales (y hace 30 años, para los marxistas). Eso lo llamamos “political corectness”. Lo políticamente correcto es darle sin piedad a la Iglesia, o sea que no te sorprenda si casi todos los medios de información disponibles son anticlericales y antirreligiosos. Pero hay que notar que esto es según el interés del mercado. Es cool ser anticatólico, pero también lo es ser favorable al Dalai Lama. Mientras la Iglesia sí condenó la política racial alemana, el Dalai Lama era un conocido amigo del Eje Alemania- Japón en la Segunda Gran Guerra. Al Papa se le reprocha de todo, pero al Dalai Lama nunca se le menciona no haber dicho esta boca es mía contra la muerte de los judíos, o de los millones de chinos que sacrificaron las fuerzas de ocupación japonesa. Al Papa reproches y condenas, al Lama del Tíbet canciones libertarias de apoyo. Al Papa chiflas, al Lama el Premio Nóbel. Claro, el Lama del Tibet es favorable a los Estados Unidos. Eso explica la opinión pública y los mass media mejor que cualquier argumento moral o histórico. Hoy el espacio público, por una anomalía sobre el control de la información, permite plazas como ésta. Ya sonó el fin de la dominación mental liberal.

Pío XII y los judíos. Te agradezco que reconozcas que Pío XII (y la Iglesia) contribuyeron a salvar de la muerte por persecución racial a miles de judíos, a decenas de miles de judíos que a nadie más le interesaba salvar. Pío XII acogió dentro del pequeño Estado de la Iglesia y sus dependencias –templos, monasterios, etc.- a pobre gente que no encontraba igual acogida ni en Inglaterra ni en Estados Unidos, las “democracias”.

Cristo murió por todos lo hombres. Eso creemos los católicos. Pero puso en riesgo su propia existencia, no la vida de millones de los suyos para salvar a otros, que es lo que se le solicita al Papa: Arriesgar a millones de católicos europeos que vivían en el régimen continental de Hitler como precio de tener una “denuncia” más contundente.

Como ves, esta conversación entre tú y yo es fundamentalmente un diálogo en torno a las objeciones que se le hacen a Pío XII y a la Iglesia sobre asuntos en los que la Iglesia, antes que mal, yo creo que se portó extraordinariamente bien, considerando para los parámetros de juicio las circunstancias históricas entre 1930 y 1945, así como las creencias y actitudes propias del tiempo del personaje que se “juzga”.

Por cierto. Eso de “denunciar” y “juzgar” es parte de la cultura de masas liberal. A ninguna persona culta de 1939 se le daba por “denunciar” y “juzgar” tan fácilmente, lo que supone que no hay diferencias relevantes entre el que denuncia y el rol histórico del gobernante. En realidad la cultura de la denuncia es un instrumento del poder, que utiliza la sensibilidad popular para facilitar el control social sobre posibles obstáculos a lo que resulta ser no otra cosa que la actividad del mercado. Se denuncia y juzga a los enemigos de la cultura liberal o su sistema político, nunca su sistema político mismo, ni sus valores o creencias. Por suerte, eso ya está terminando, pues lo están matando los blogs, el blog de Marco, tu blog y –por cierto- también el mío.

Sobre los malos sacerdotes. Es una campaña que va de la mano con la denigración del celibato eclesiástico y el fomento del “derecho” a la promiscuidad sexual. Es una realidad, fomentada y estimulada por la prensa políticamente correcta, que no ve vicios sino en los sacerdotes católicos. Pero es real que hay sacerdotes que son unos miserables. Así lo ha reconocido con bellos gestos de sencillez el Papa Benedicto XVI en sus diversas visitas pastorales. Pero también es real que esta desgracia es resultado del proceso de secularización del clero, es parte de un paquete de curas fumones, de curas reilones y chisteros, de parroquias desordenadas, de misas clown, de monjas alegres trajeadas de aretes y filigrana y, la contraparte, fieles abandonados, los pobres sin el consuelo ni la colaboración de un clero santo y culto. Pero esto está en consonancia con la ética mercantil y abyecta del liberalismo, hoy predominante. Es la traducción institucional de la secularización del clero, la ocupación de la cultura del mercado en la Iglesia. Comenzó con que los sacerdotes dejaron de usar sotana y rezar para hacerse igual con los laicos, lo que ha significado acompañarlos, no en sus problemas, sino en sus vicios. La única manera de acabar con ese espectáculo es la recuperación de la Iglesia, la recuperación de su mensaje sobrenatural, cosa que ocurre ya gracias a la obra resuelta de Benedicto XVI. La Iglesia regresa de Babilonia. En unos años ya no se podrá hablar más del tema de los malos sacerdotes, de sacerdotes secularizados y liberales. Y es tiempo de echar a su casa a los que quedan.

viernes, 10 de octubre de 2008

Promesas de la hermenéutica

El fin de la autonomía o el llamado de la Serpiente

Acabo de terminar el texto grande del original de mi conferencia para el I Congreso Nacional de Estudiantes de Filosofía de la Universidadde Educación La Cantuta deeste 23 de setiembre. ¡Vamos a ver quién lo publica!

El avance de la segunda parte,
reflexión sobre la crisis económica liberal...
Pronto en este teatro
 
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