Víctor Samuel Rivera

Víctor Samuel Rivera
El otro es a quien no estás dispuesto a soportar

Datos personales

Mi foto
Doctor en filosofía. Magíster en Historia de la Filosofía. Miembro de la Sociedad Peruana de Filosofía desde 1992. Crío tortugas peruanas Motelo y me enorgullezco de mi biblioteca especializada. Como filósofo y profesor de hermenéutica, me defino como cercano a lo que se llama "hermenéutica crítica y analógica". En Lima aplico la hermenéutica filosófica al estudio del pensamiento peruano y filosofía moderna. Trabajo como profesor de filosofía en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; he trabajado en Universidad Nacional Federico Villarreal desde 2005. He sido profesor en la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima hasta 2014. He escrito unos sesenta textos filosóficos, de historia de los conceptos, filosofia política e historia moderna. Tengo fascinación por el pensamiento antisistema y me entusiasma la recuperación de la política desde el pensamiento filosófico. Mi blog, Anamnesis, es un esfuerzo por hacer una bitácora de filosofía política. No hago aquí periodismo, no hago tampoco análisis político de la vida cotidiana- De hecho, la vida cotidiana y sus asuntos no son nunca materia del pensamiento.

sábado, 14 de febrero de 2009

El nihilismo de la corrección política



La versión de este documento en pdf. Click aquí
Mientras la Tierra gime
El nihilismo y formas de vida


Víctor Samuel Rivera



Es un lugar común el cuestionamiento de la civilización liberal a través de la acusación de alimentar y llevar a la práctica social formas de vida nihilistas, lugares sociales de inseguridad moral donde el mal es afirmado voluntaristamente, como un acto creativo romántico, de autorrealización estética. Este lugar común parece muy ventajoso, pues trae en su favor la simpatía social por la moral. Pero el resultado de esta crítica es ineficaz, justamente, por su moralismo. Cuando se comenzó a cuestionar la civilización moderna por ser “nihilista”, hacia fines del siglo XVIII y mediados del XIX, acontecía que podía demarcarse la frontera entre formas de vida más razonables y dignas que otras, "nihilistas". Hoy el nihilismo es “políticamente correcto”. Ser monja y ser nihilista parecen hoy sinónimos: una es la moralidad extrema del segundo. Nada se ve más monjil que defender con pudor el abismo nihilista de lo "correcto". No se puede cuestionar a un voluntarista malvado con un expediente de maldad moral, o a un liberal de ser nihilista cuando, en efecto, le parece correcto ser nihilista. Nosotros creemos sin embargo que el nihilismo es un fondo histórico del mal ontológico propio del Ocaso de Occidente; es en realidad el mal mismo tal y como nosotros lo concebimos hecho realidad, es la radicalidad del mal puesta en obra. Vamos a ayudar a comprender al lector que se consuela pensando en la inmoralidad del nihilista pero se encuentra desarmado, por qué sus intuiciones, aunque no cuenten con el respaldo de la “moral” con que contaban hasta antes de la Segunda Guerra Mundial, no quedan en el desamparo. Al contrario. Nunca ha sido más manifiesto el carácter espantoso del nihilismo, y podemos decirlo, no desde el punto de vista de la moral resentida, ni del atavismo premoderno, ni menos desde la moral burguesa estereotipada. Lo decimos desde la ontología del gemir de la Tierra.

Por ahora, vamos a considerar que “nihilista” es un adjetivo ético, que lo es, y que designa fundamentalmente una posición acerca de la epistemología de la moral. Es así como lo entienden los liberales, sean de izquierda o de derecha (si no hay moral, tampoco hay izquierda o derecha). El nihilista afirma un escepticismo respecto del valor humano de las formas de vida, así como su capacidad de expresar la dignidad humana. Alasdair MacIntyre definió esto ya en After Virtue (1981) argumentando en torno de la sociedad liberal como un mal que le es peculiar, pues ésta no sólo es escéptica frente a las formas de vida, sino que tiene la peculiaridad de que las condena, esto es, transfiere la epistemología escéptica como un criterio demarcatorio de la moral y es, por tanto, su inversión. El rechazo liberal de las formas de vida se configura según MacIntyre en la aceptación cultural de un pensamiento simplificado relativo a los bienes y prácticas humanas: Reduce la cuestión de los bienes y las formas de vida que los cultivan a meras opciones subjetivas. En realidad se basan, como bien lo nota el escocés, en una cierta epistemología empirista empobrecida, que se da por descriptivamente correcta. “Tú tienes tu verdad, yo tengo mi verdad, ¡vamos pues!”. Los liberales sostienen que las cuestiones relativas a la vida buena son en el fondo subjetivas y, por ende, resuelven la dificultad sustrayéndolas de la esfera política (“pública”). Un buen ejemplo expositivo es el texto de Charles Larmore, Patterns of Moral Complexity (1987).

El liberal, pues, rechaza la validez social y el carácter de verdad de las formas de vida, las tradiciones, las formas de convivencia que exigen compromisos éticos como formas residuales de totalitarismo premoderno. El rechazo conceptual de las formas de vida buena es un curioso fenómeno histórico, pero si es correcto el diagnóstico de MacIntyre de la cultura nihilista y ésta es una consumidora de una epistemología empirista simplificada, entonces parece también correcta la interpretación liberal de las formas de vida.



El nihilismo contemporáneo es alimentado por la sociedad liberal a través de una epistemología que sus propios consumidores aceptan. Joseph de Maistre pensaba que el carácter nihilista de la sociedad liberal la condenaba a perecer rápidamente, esto es, a autoaniquilarse; diagnósticos como el suyo alimentaron toda clase de pronósticos espantosos en el siglo XIX y el primer tercio del XX y estos diagnósticos, precisamente, impulsaron modelos antiliberales de sociedades que han fracasado, como el comunismo blochevique y el nazismo. El liberalismo epistemológico, contra todo pronóstico de sus adversarios, sin embargo, se ha convertido en una práctica social exitosa. Es un espectáculo ver mundos sociales que luchan militantemente contra las formas de vida humana y triunfan invictos una y otra vez. La familia, los roles de autoidentificación, los referentes de dignidad y sentido en general de la vida humana son rearticulados y desarmados por el nihilismo, que los trastueca en objetos comerciales, asimilándolos al imaginario de la tecnología, que da dinamismo a estos mecanismo de erosión social. Las sociedades liberales, pace los diagnósticos de todos los contrarrevolucionarios, subsiste al relativismo ético más insaciable. Y debo indicar, para horror provisional de mis lectores más conservadores que en principio, no hay ninguna razón epistemológica para cuestionar a una sociedad nihilista.


Si una civilización es de hecho nihilista podríamos decir -parafraseando a Wittgenstein- que se puede “dejar las cosas tal como están”. En principio, la estabilidad de una sociedad se sustenta por sí misma. Del hecho (hermenéutico) de que esa sociedad sea subsistente se infiere que ésta tiene un carácter “destinal”, para decirlo en el lenguaje de la hermenéutica. Esto se debe a que el ser (el existir) es en la hermenéutica un criterio de racionalidad. Todo lo que es subsistentemente es una instancia real de diálogo e identidad, y esto es válido para sociedades que niegan que tal cosa sea posible; asumiendo una epistemología empobrecida, por ejemplo. Es interesante notar que desde una perspectiva hermenéutica un criterio de verdad social (quizás el primero) es la credulidad de la muchedumbre, el consentimiento tácito, que se toma como una presunción de verdad socialmente hablando. Esa credulidad no va, sin embargo, solitaria, sino que debe ir acompañada de un criterio complementario, su éxito, la eficacia social de sus representaciones –que Gadamer llamaba “eficacia histórtica”-, con lo que debemos considerar que el resultado histórico es autofundante. En esto la hermenéutica es muy cercana al pragmatismo, que argumenta de igual suerte. En gran medida, esta postura es la de Gianni Vattimo frente al nihilismo, aunque con ciertos retoques nietzscheanos que no vienen al caso. Pero no podemos dejar las cosas tal y como están. Entre otras razones, porque hay elementos internos del concepto social del tiempo histórico que han devenido relevantes para la interpretación social del mundo posmoderno y que antes no importaban. Se impone un tiempo histórico ampliado significa también la historia de la metafísica que ha dado lugar al mundo nihilista liberal.

Es bueno acordarse algunas veces de que somos seres históricos. Que lo que nos parece correcto hoy tiene una historia, y que una auténtica fundación racional de un fenómeno humano encuentra su plausibilidad en términos históricos.



Como vemos, si los habitantes del mundo nihilista son, de hecho, adictos creyentes del nihilismo, es difícil oponerse a ellos con argumentaciones morales. En realidad es imposible, al menos en apariencia. Es imposible cuando no razonamos en términos históricos y nos limitamos a los criterios básicos de verdad pragmatista o hermenéutica. Eso ocurre cuando bordeamos al nihilismo desde la esfera ética, si adoptamos el rechazo el escepticismo frente a las formas de vida desde la política, caemos en la red epistémica liberal. Y en principio no hay motivo para liberarnos de esa red. Por desgracia para los liberales, su Reino de Dios en la Tierra arrastra el tiempo histórico más denso que se ha heredado de la metafísica de la modernidad. Esto es, nos fuerza a interpretar la civilización de la epistemología simplificada de MacIntyre desde la historia de la metafísica cumplida, que es no sólo ni principalmente una cuestión relativa a las formas de vida buena, sino respecto a las consecuencias de la epistemología en general, una de cuyas ramas es la simplificación conceptual de la que se sirven los liberales. La realidad descriptiva del horizonte de sentido del nihilismo liberal no puede limitarse a la ética de las formas de vida humana burguesa; implica tomar en cuenta fenómenos paralelos que significan lo que en hermenéutica se llama su “envío”. Lo que viene junto al nihilismo liberal es literalmente un mensaje. Ya había escrito Joseph de Maistre ante el espectáculo triunfante de la Gran Revolución: “La Tierra entera gime de dolor”. Para el Conde de Maistre la frase era más que una metáfora bíblica respecto de la maternidad trágica del hombre en medio del mal. Su frase de 1796 era la expresión de una verdad epocal: que desde la Revolución Francesa en adelante, era imposible leer los eventos sociales desde los cánones de pensamiento propios del presente. Había que leer la política como el acontecer del mundo de la tecnología: La Gran Revolución había integrado a la naturaleza en el mundo de la política, y lo había hecho para destruirla.


Uno de los aspectos más desatendidos en el pensamiento político del Conde de Maistre es que éste descubrió que había un vínculo entre el desarrollo de la ciencia moderna entendida como tecnología, el apropiamiento comercial del mundo a través de la globalización, y la instauración del orden político liberal con pretensiones de verdad universales. En realidad de Maistre invirtió una operación que antes de él habían hecho los filósofos modernos en una tradición que se inicia con Francis Bacon y concluía en su tiempo con las metanarrativas de la historia de los liberales del estilo del Marqués de Condorcet o de Inmanuel Kant. De Maistre pudo hacer esta operación parcialmente porque, como buen empirista, hizo un diagnóstico de las ideas revolucionarias a través de sus prácticas sociales. Y en 1796 no era muy difícil comprender que se requería razones muy poderosas para hacerse de la vista gorda frente al profundo horror del escenario político que la Gran Revolución estaba regando por Europa y el mundo. De Maistre, lector de Bacon, Hume y Locke, se anticipó a Heidegger en incorporar el diagnóstico del nihilismo a una dimensión planetaria. Su horror ante el nihilismo es que éste arrastraba consigo el dolor del universo.

No hay mejor manera de explicar el sentido destinal del nihilismo que a través de la destrucción presente del planeta Tierra. Para esto hay que situar la narrativa de la modernidad política en el despliegue de la historia de la metafísica, esto es, como un relato histórico que es del acontecimiento de la tecnología. Esto es algo que los liberales nunca hacen, entre otras razones porque nunca comprenden la política situada en un relato más vasto de las creaciones humanas, que involucra una relación con la verdad en la que la distinción liberal entre público y privado carece de sentido, así como otras distinciones que estamos abreviando. Buena parte del significado destinal, epocal del nihilismo liberal se comprende mejor cuando se lo integra con una visión planetaria de la racionalidad práctica y con el mundo constituido por ésta, lo que Heidegger llamaba el Ge-Stell, la constelación objetiva del mundo de la tecnología, en el cual el nihilismo liberal hace de epistemología política. En esa constelación objetiva el nihilismo es también una autorrealización estética, es también un rechazo militante de las ideas de lo bueno y las formas de vida, pero abarca mucho más que las empobrecidas formas de vida morales desde las cuales fue denunciado el nihilismo en el pasado. Abarca, por ejemplo, el hecho de que la civilización liberal considera su relación con el mundo sólo desde el ángulo técnico práctico. Esto se debe a que el mundo nihilista es un mundo esencialmente técnico-práctico, un mundo donde las consideraciones relativas a los bienes y la vida buena de la Tierra se sueldan con el basurero residual de las formas de vida humanas destruidas por el nihilismo militante de lo “políticamente correcto”. En este mundo el horizonte del sentido es nihilista y constituye su verdad en la indiferencia frente a los efectos históricos de la destrucción terrestre.


Es muy fácil razonar a la manera liberal haciendo de cuenta que el problema de la Tierra es una cuestión disputable, o una cuestión moral incierta, o una tarea para el porvenir. Es demasiado fácil. Cuando esta facilidad es relativa a la vida sexual humana, a las relaciones de amistad, al amor, incluso a los recursos para la existencia mercantil y la coexistencia política en el ámbito internacional, el esquema de pensamiento simplificado de los liberales sale airoso. Si se lo integra con el desastre planetario, en cambio, las consideraciones nihilistas respecto de nuestra falta de criterios éticos ha desaparecido. En un instante se hace manifiesto que el nihilista va a seguir consumiendo la capa de ozono, que el nihilista carece de interés por la vida animal que incesantemente es destruida por razones tecnológicas, que el nihilista, el mismo nihilista que considera las formas de vida nihilistas como autofundantes, no resiste una perspectiva fundada desde la historia de la Tierra, que es la historia que trae consigo la posición del pensar posmoderno. El liberal razona desde un presente sin tiempo. La Tierra no tiene ya tiempo para escuchar al nihilista, pues su historia, la historia de su mal, que siendo nuestro, es el mal absoluto, gime de dolor. Nunca ha sido más manifiesto el carácter espantoso del nihilismo. Lo decimos desde la ontología del gemir de la Tierra. Escuchemos, pues, a la Tierra que grita y, con ella, a las formas de vida que gimen también tras la sonrisa cínica del nihilista impune.

56 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Samuel.

Esta idea del nihilismo aplicado a la historia terrestre da para más debates. No se puede dar saltos de argumentos morales-sociales a las cuestiones ecológicas, como si todo fuera lo mismo. En todo caso habría que dar más explicaciones sobre ese saltillo y citar algunos libros.

Que tengas feliz día de la amistad.

Anónimo dijo...

Bismillah

Hola Víctor Samuel

Te repregunto aquí lo que te comentaba en un correo.

Imaginemos que un liberal diga:

- 'yo jamás he dicho nada que ni someramente se parezca a abogar por la extinción de las especies, o el calentamiento global, sino al contrario, por lo que esta acusación en contra no tiene lugar contra mi discurso', o

- 'el estado político liberal dará un marco para la discusión de la mejor manera de afrontar estos problemas ecológicos, por lo que no supone la destrucción de la tierra sino el compromiso dialógico-político de tomar medidas comunes para solucionar este problema', o

- 'la fuerza destructiva contra la naturaleza no es asunto del liberalismo económico, sino del liberalismo político, dos cosas muy distintas'.

Siguiendo la línea de lo que señalas en tu post, ¿cuál sería exactamente tu respuesta?

Slds.,


Nureddín

PD: Lo de "la ontología del gemir de la Tierra" pareciera que es sólo una forma elegante e ingeniosa de decir: las consecuencia del nihilismo fuera del ámbito social humano, es decir, las consecuencias ecológicas. ¿O hay algo más allí que no he percibido?

Víctor Samuel Rivera dijo...

Estimados lectores.
Contestemos por separado si no les incomoda.

Marina:

Una idea central en el texto y en el blog es que no hay salto de lo ético a lo ecológico. No hay cambio o invasión de esferas, sino que ambos aspectos atienden a la comprensión del nihilismo, que nunca fue sólo ético. En la hermenéutica las esferas práctica y ética son lo mismo. Por otro lado, hay una narrativa de la modernidad que identifica la expansión y el éxito moral del nihilismo con la destrucción terrestre, pues el mundo nihilista es el mismo mundo de la destrucción terrestre. Esto está entrevisto por Heidegger y ya es hora de aceptarlo.

Los filósofos no somos abogados. Tratamos de comprender los problemas, y no sólo justificar nuestras ideas cuando creemos que son verdaderas o valiosas.

Respecto de los libros, no todo lo que digo debe ser el pensamiento de otras personas. ¿O sí?

Un cariño

VSR

Víctor Samuel Rivera dijo...

Querido Nurredín;

Por algún motivo que bien comprendemos ambos, es difícil contestarte.

1. En efecto, el liberal disocia la experiencia del fin de la Tierra de su lógica de dominio de la misma Tierra, como si fueran cosas diversas. Eso se llama "olvido del Ser", esto es, una pérdida del sentido de las consecuencias históricas que lleva consigo la imposición de un cierto pensamiento, en particular el referido al Occidente y la civilización tecnológica (acuérdate de la "aldea global").

Veo la dulce malicia de escribir la objeción respecto de mis propias posiciones políticas. Sea bienvenida la ironía. El razonamiento anterior no es aplicable a mis posiciones filosóficas respecto al perdón y el honor militar, sobre lo que puedo prestarte cuando nos veamos un ejemplar de "Custodia de la Justicia" (impreso en España) donde trato el tema.

2."El estado político liberal dará un marco para la discusión" etc. Eso hace el Estado liberal, pero no resuelve nada, como es notorio. Allí tienes la esencia del liberalismo de la discusión inútil. El marco de discusión camufla moralmente el evento, y lo incorpora, en el sentido sicoanalítico, o sea, lo asume como si no fuera una consecuencia de sí mismo. Esto me parece especialmente aberrante, pues, en el ínterin, la Tierra está siendo destruida en un sentido nada metafórico. Lo mismo es en la economía y en la moral. Para hablar de economía, hasta hace 6 meses el neoliberalismo realmente llevaba la economía global a la quiebra, pero hasta que no fue imposible evitarlo, los liberales decían que "el estado político liberal dará un marco para la discusión", bla, bla, bla. Ya viste cómo acabó: El Estado liberal tuvo que intervenir la economía a una escala jamás vista, o sea, debió dejar de ser liberal.

Los liberales se hacen los locos frente a esto y siguen con bla, bla, bla. Encima pontifican como si el nihilismo fuera la salvación del mundo.

3. "La fuerza destructiva contra la naturaleza no es asunto del liberalismo económico, sino del liberalismo político". Así es el pensamiento liberal: Es escindido, o sea, carece de la visión de la realidad como un todo, cosa que dejan para los metafísicos y los religiosos, siempre que estén en sus casas y no en la política. Si no me crees, lee a Richard Rorty, el gurú de los liberales nihilistas locales.

Es el pensamiento en el Ge-Stell; la tecnología piensa por el hombre, ocupa su lugar, es su dios y su rey.

4. Tienes razón cuando escribes que "Lo de "la ontología del gemir de la Tierra" pareciera que es sólo una forma elegante e ingeniosa de decir: las consecuencia del nihilismo fuera del ámbito social humano, es decir, las consecuencias ecológicas". Pero yerras si crees que "eso es todo". La tragedia ecológica es un envío, esto es, tarde o temprano, obligará a terminar con el mundo liberal.

Un abrazo.

Christian dijo...

Lo que me temo es que las consecuencias ecológicas de, digamos por ahora, el liberalismo económico no sólo terminarán destruyendo el mundo liberal sino también la propia existencia humana. El diagnóstico de De Maistre se hace realidad, pero radicalizado, no sólo el nihilismo acabará con la sociedad liberal sino con todas las sociedades. Para evitar ello tantos foros y cumbres no servirán de nada. Se trata, ahora llevadas a nivel internacional, del mismo pathos liberal de la eterna discusión, de la que nos hablaba Donoso y luego Schmitt. Se requiere de decisiones, pero para que éstas sean eficaces se necesitan que éstas tengan alcance global, lo que dadas las circunstancias políticas del presente no es posible. Por otra parte en un mundo nihilista, un soberano global ¿sería deseable? Éste devendría en un tirano que bien podría potenciar soluciones técnico-prácticas, como las que actualmente tienen más aceptación en el mundo "desarrollado", es decir aquéllas que integran beneficios en el mercado y protección del medio ambiente (p. ej. el mercado de bonos de carbono).

Saludos,
Christian

Anónimo dijo...

Bismillahi Rahmani Rahim

Hola Víctor Samuel

Después de haber releído tu post, y los comentarios sobre el mismo, comento algunas cosas:

1. Me parece una reflexión crítica esencial, que da lugar para mucho más desarrollo, lo que señalas de:

"El marco de discusión camufla moralmente el evento, y lo incorpora, en el sentido sicoanalítico, o sea, lo asume como si no fuera una consecuencia de sí mismo."

Pero por lo pronto pregunto, ¿no es esto nuevamente un argumento moral como de los que decías que son insuficientes para criticar al liberalismo? (Sospecho por mi parte que sí, pero un argumento moral que usando un término prestado de la lógica se llamaría arumento de 'lenguaje de segundo nivel', 'meta-argumentativo', y de ahí la diferencia).

2. ¿En qué sentido estás entendiendo que el liberalismo político "considera su relación con el mundo sólo desde el ángulo técnico práctico" y por ende viene necesariamente con la apropiación de la naturaleza como un mundo teconológico? Tengo algunas ideas al respecto, pero creo que si pudieras explicitar un poco más en términos de historia concreta tu planteamiento sería por de pronto más difícil a los liberales locales ocultar su práctica de 'disociarse' con lo que sin embargo viene con ellos.

3. Por último, señalas que:

"no hay ninguna razón epistemológica para cuestionar a una sociedad nihilista"

Creo entender que esto va en línea de lo que estamos discutiendo a propósito de tu post sobre 'Tras el Consenso' donde señalas que no hay fundamentos trans-comunales últimos de los discursos éticos, sino siempre internos, relativos a los propios juegos de lenguaje, a las propias tradiciones.

De allí la imposibilidad epistemológica en una filosofía ética post-moderna de invalidar la postura epistemológica del liberalismo.

Pero por eso mismo una gran interrogante que me surge es:

Desde la vertiente postmetafísica (y post-moderna) heideggeriana-gadamerista-vattimista, se señala agudamente que el esquema de pensamiento liberal puede tener ante su propia comunidad nihilista la apariencia de salir airoso en asuntos como la sexualidad, las relaciones de amistad, etc., pero que el fracaso es notorio cuando se trata de la tragedia planetaria.

Ok. Sin embargo, del diagnóstico de ese mal planetario e inocultable, al planteamiento de una solución política no liberal hay una distancia que no parece quedar cubierta con la sola lectura hermenéutica de los hechos. Una distancia al término de la cual se postula un pensamiento político, con sus juicios de valor, criterios, afirmaciones intra-tradicionales y referidas a otras tradiciones políticas. Una visión política no liberal con contenido positivo por derecho propio.

Aquí es donde viene mi preocupación: los liberales dicen que el estado no puede avalar un proyecto de vida buena pues la epistemología de la ética post-moderna no puede 'dar un espaldarazo' a ninguna versión en particular. De lo que deducen que, ante ello, el estado sólo puede tratar legítimamente una sociedad con ese 'pluralismo' en clave liberal que no es tan conocido.

¿Acaso puede la hermenéutica, exponente del discurso del 'pensamiento dèbil' y antípoda del neo-kantismo, llevar a concluir en definitiva otra cosa?

Slds.


Nureddín

Héctor Chocano dijo...

Se supone que el autor del post es un posmoderno, o sea, un tipo de nihilista. Es en nombre del nihilismo que ha rechazado de manera obsesiva y sistemática toda opción de anclarse en un fundamento, al menos en este blog. Por eso rechaza los DD HH, y seguro que también las filosofía de los valores, como se dice sostiene Vattimo también; esto es inquietante y yo me siento descolocado. Me explico, ok? Los nihilistas del pasado, los originales por así decir, fueron anarquistas revolucionarios, luchadores sociales, y llevaban a la práctica el nihilismo atacando figuras del orden, por ejemplo en el caso del anarquismo de Bakunin y sus seguidores, que mataron a Sissi de Austria, una engreída de los videos de "anmanesis" . A mí me inquieta saber qué versión del nihilismo practica el dueño del blog, que lejos de tener prácticas de anarquismo y lucha social contra la opresión, tiene una campaña visual en favor de los reyes. Tengo la impresión que se trata de una forma nueva de anarquismo antisistema. Los nuevos anarquistas no matan reyes, sino que los coronan. Es muy antisistema, pero no es coherente con la obsesión contra los valores morales y la lucha contra los DD HH.

Víctor Samuel Rivera dijo...

Disculpen mi retraso en contestar, pero estoy realmente muy saturado.

Primero a Héctor:

El tema de los anarquistas está bien planteado. Te felicito, pero no estoy de acuerdo. Desde mi visión de las cosas, los anarquistas y yo usamos el mismo lenguaje, pero sólo de manera accidental. Ambos hablamos de "nihilismo", pero no significamos lo mismo. El concepto de "nihilismo" que yo uso proviene de la tradición Vattimo-Heidegger-Nietzsche. Voy a tratar de precisar esto más adelante. En todo caso, el nihilismo anarquista es anterior a Nietzsche y corresponde a una interpretación revolucionaria (moderna) del nihilismo.

Acepto que soy antisistema y que eso se debe a que soy nihilista, pero eso quiere decir: No creo en los metarrelatos modernos, comenzando con el de la historia positivista o progresiva en la que sí creían los anarquistas rusos o los que asesinaron, así de triste es el asunto, a la Reina de Hungría.

Si no te satisface esta respuesta, detalla tu incomodidad o señala en qué puedo ser más preciso.

Víctor Samuel Rivera dijo...

Hola Christian;

Estupenda tu observación. Utilizando la idea de la interpretación por paralelismo histórico de Donoso, es fácil observar que la depredación planetaria se coextiende en un mismo horizonte con la idea de una universalidad normativa, propia de la Ilustración. En realidad, el evento del fin de la Tierra (humana) es históricamente idéntico con el despliegue de la universalidad ilustrada y sus pretensiones "de ultimidad", como diría Vattimo. Por cierto, esto explica por qué me opongo filosóficamente a las ideologías de "derechos humanos".

Tenemos que hay una narrativa de identidad por paralelismo entre las pretensiones normativas de una racionalidad universal ilustrada y la extensión del fin de nuestro planeta. Mientras más ilistrados estamos, más cerca es nyestro fin.

Ahora: Esto no quiere decir que estamos al final y que hay que resignarnos. En realidad la extensión del universalismo como realidad normativa acarrea su propia autodestrucción, la disolución de la universalidad en el nihilismo justamente. El nihilismo, pues, adquiere una dimensión positiva moralmente, como necesidad de renovación o recuperación, de "Andenken", o sea, el pensar del desastre es proporcional a la manifestación de lo que la universalidad significa: la imposición de la nada en el dominio del ente.

Víctor Samuel Rivera dijo...

Querido Nureddín;

Estoy algo cansado, pero como hombre de visión, dejo al final lo más complicado. Te contesto en el mismo orden sugerido por tu comentario:

1. Estoy de acuerdo en que es un argumento moral, sólo que no es un argumento "privado" en el sentido en que, por ejemplo, distingue Carlos Pérez Crespo siguiendo a los liberales (un mal negocio seguirlos en algo en lo que son tan vulnerables). La destrucción del entorno es manifiestamente más dramática que la disolución de otros elementos morales, como la religión, o la familia o la amistad. Uno puede arreglárselas en la incredulidad pero, ¿cómo se las arregla uno si muere la Tierra? Es notorio que tiene un límite decir que estamos ante algo que "es subjetivo", al estilo "yo veo la Tierra con huracanes, sin agua, pero está chévere", "a mí me parece chévere la contaminación". "No me vas a reprimir si me provoca gastar mucha gasolina, eso es la inquisición" etc. En este caso extremo aducir que el tema es un problema subjetivo y que en una sociedad liberal somos libres de vivir más ecológicamente si nos provoca y de bemos respetar los "derechos" de los contaminadores es sencillamente imposible.

2.Para este punto segundo te sugiero leer a Heidegger, por ejemplo "La época de la imagen del mundo", un ensayo corto y bello sobre el asunto. Igual podemos seguir debatiendo.

3. En el último punto concluyes afirmando "
¿Acaso puede la hermenéutica, exponente del discurso del 'pensamiento débil' y antípoda del neo-kantismo, llevar a concluir en definitiva otra cosa?" (que lo que concluyen los liberales: 1. la moral es privada, las formas de vida son optativas, a mi me gustan las orgías porque son chéveres, y 2. la política es cosa de arreglarse y conversar sobre nuestras opciones subjetivas, bla, bla, bla). Tú en esto eres muy prejuicioso. Crees que porque los posmodernos son a veces liberales, su filosofía es igual en el fondo. Estás equivocado.

Yo no veo el problema que planteas. Justamente estoy tratando de argumentar que desde una perspectiva posmoderna la posición liberal respecto de la vida buena (el nihilismo) ES INTRINSECAMENTE MALA. Que en realidad el nihilismo liberal es EL MAL MISMO, y que mientras más desastrosas sean la economía global, el asunto ecológico, etc. es cada vez más inevitable que las posturas nihilistas serán disueltas. Esto es el EVENTO.

Tal vez no he sido muy explícito, o bien tal vez debamos discutir más el punto central: El nihilismo, interpretado debolistamente (como lo hace el propio Vattimo), se estrella con el evento de sus consecuencias en un contexto en que no hay ya fundamento sino en la práctica. Y la práctica misma impone el fin del nihilismo (es decir, del liberalismo, que es el mal mismo)

VSR

Anónimo dijo...

Bismillah

Hola Víctor Samuel

En cuanto a mi pregunta (ojo, que fue pregunta, que si bien parte de una sospecha no es aún afirmación) de si "¿Acaso puede la hermenéutica, exponente del discurso del 'pensamiento débil' y antípoda del neo-kantismo, llevar a concluir en definitiva otra cosa?":

- Se ve muy claro que te ubicas filosóficamente en las antipodas del liberalismo (igual que yo bajo otros fundamentos), y mencionas con corrección que el 'límite de la Tierra' es el punto final que muestra la falacia colosal del liberalismo. Y en eso estamos de acuerdo.

- Mi pregunta -creo que yo soy mas bien quien debe aclararse aquí- iba en otro sentido.

Por poner un ejemplo: un camión se está yendo derecho a un precipicio por una serie de razones estúpidas que han llevado a escoger ese carril (el carril liberal hacia el precipicio de la tierra). Y hay una persona que dice: 'no hay ahora lugar a más razones falsas, usted nos está llevando hacia el precipicio' (tu crítica hermenéutica).

La pregunta es entonces si más allá de detectar el mal del liberalismo, la hermenéutica es capaz en definitiva de formular otra cosa que la crítica (por muy lúcida e inesquivable que sea), esto es, un pensamiento político alterno (pregunta que realizo dada la denuncia que la propia hermenéutica contemporánea hace de la validez de los discursos éticos, que es justamente lo que a los otros, ya en el salto a las consecuencias políticas de admitir el mismo relativismo que el hermeneutica descubre, les lleva a dar su 'curso de acción' hacia el precipicio).

¿Puede asumir un hermeneuta, desde sus fundamentos filosóficos, asumir un discurso político que contemple que el estado asuma una visión de la vida buena (o rescate la vida buena, en general), a diferencia del liberalista?

Ojo que incluso si no pudiera, ya habría hecho la hermenéutica bastante en denunciar la falacia que preside el liberalismo. Soluciones alternas las hay, y sé -a diferencia al parecer de Héctor Chocano- que crees en una solución alterna en concreto . Sólo quería ver mas de cerca las posibilidades de la hermenéutica como tal.

No te enojes pues, je, je,

Slds.


Nureddín

Víctor Samuel Rivera dijo...

Estimado Nureddín;

Escribes que "La pregunta es entonces si más allá de detectar el mal del liberalismo, la hermenéutica es capaz en definitiva de formular otra cosa que la crítica (por muy lúcida e inesquivable que sea), esto es, un pensamiento político alterno". Te contesto.

La hermenéutica, hasta donde yo la comprendo, en la línea de Heidegger-Gadamer-Vattimo es ella misma en su acontecer como pensar del Occidente el pensamiento alterno (ver mi "posmodernidad y alternidad"). Ella hace posible el pensamiento del otro, es el alojamiento del otro que se hace presente, manifiesto en el dolor de la Tierra. Su vena crítica, como denuncia de las cosecuencias aterradoras de la modernidad, se incorpora como la comprensión del cambio. Piensa un momento: ¿qué hace el liberal frente al cambio? Respuesta: Lo niega. La hermenéutica lo acepta. Esta aceptación es el cambio mismo, es la esencia del cambio. Los liberales se rompen el cráneo tratando de salvar su sistema; la hermenéutica acepta que hay algo diferente que se asoma.

VSR

Anónimo dijo...

Interesante post. Recojo la crítica de Héctor: No es el nihilismo de usted de vena anarquista? Vattimo parece ser anarquista, tiene entrevistas destructivas, de profundizar el nihilosmo, lo que refuta su "tradición Vattimo-Nietzsche". Espero unas palabras al respecto.

Víctor Samuel Rivera dijo...

Estimado anónimo;

Como un hecho fáctico, Gianni es una especie de anarquista. Él dice "soy alquaedista". Y sí, puede ser muy "destructivo" en piezas de prensa y panfletillos, pero eso es cosa de él. Su comportamiento anarquista-alquaedista no guarda consistencia conceptual con sus libros anteriores a 2000, que son la matriz para hablar aquí de "nihilismo". En resumen: Tal vez él sea un anarquista práctico y un violentista alquaedista, pero es discutible si eso es a causa de su filosofía.

Espero haber sido claro.

Un abrazo.

VSR

Anónimo dijo...

War Craft dijo...
Estimado Señor Rivera:

Cuando uno afirma estar a favor de los derehos humanos, de por sí ya se suscribe el concepto que esto implica. Si bien los principios de los derechos humanos nacieron con la Ilustración, estos mismo principios se han universalizado. Nadie en su sano juicio estaría de acuerdo en suprimirlo (ni siquiera un tirano, o un rey, o un conde o un obispo). Ya que los derechos humanos son intrinsecos al hombre, por ser simplemente hombre(otro es el asunto si tambien se puede plantear Derechos universales de los Animales, aunque si existe). Si se pretende hacer la distinción ente la parte teorica (de la fundamentacion) y la practica. Y si se plantea que por la practica (que no se cumple), y por ello no hay razon de que hablemos de derechos humanos. Veremos que por la misma practica que se intenta refutar, se cumple. En la historia no vemos cuantos dictadores, genocidas, y asesinos, se acogen a los derechos humanos, el cual en el articulo 8 dice: "Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley.". Mas aun si el acusado se ampara en el articulo 3, donde dice: "Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona". Si se le condena a muerte, sin ser juzgado, entonces no se estaría vulnerando su derecho?. Mas aún en el articulo 17, se garantiza la propiedad privada (hasta la iglesia tambien lo defendería). Esos y otros conceptos son propios del liberalismo. Pero no por eso uno tiene que ser liberal (por los mismos conceptos que son universalizados). Un Comunista tambien puede suscribirse a los Derechos Humanos, pero sólo lo hace en lo que le favorece (no así cuando el mismo va en contra de los derechos humanos). Un musulmán tambien lo haría, si estaría en un posición de vida o muerte (tambien como si no lo estaría). Hasta Hitler (si estuviera vivo) se hubiese amparado bajo los mismos. En general todo individuo racional (esto implica Neruddin, Ricardo Milla, Marina Carrion, Usted y yo),aunque tambien estaría dentro de los Derechos Humanos un esquizofrenico y un orate de la calle. Sólo basta que sea humano. Si Usted esta en desacuerdo, me podria decir, en que artículos estaría en contra? o si es en todo?

Es paradojico como los que antes no respetaban los derechos humanos (los que atentaban contra la vida u otros derechos). Luego cuando esos mismo actos coactivos que cometieron se vuelcan hacia ellos mismo, estos se vuelven de pronto defensores de los Derechos Humanos.

Y recalco, la critica de los Derechos humanos es factible porque los mismos Derechos Humanos lo garantizan. En al Articulo 19 dice:"Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.". Si no lo garantiza, entonces estamos en otro tipo de gobierno, que no esta inspirado en los mismos principios. Y por lo tanto nuestras vidas dependerían de un Rey, dictador, u otro. En otras palabras nosotros no nos forjaríamos de acuerdo a nuestras "elecciones racionales" como diría Rawls. (Otro tema sería si el Rey fuese benevolo, correcto, etc, y por lo tanto el gobierno funcionaría, pero igual, cuanto tiempo sería viable?)

Lo que hay es una confusion entre el concepto del individualismo. La critica que Usted hace es desde el punto de vista moral, y consecuensialista. El individualismo tiene varias variantes. En un inicio surgió con la Ilustracion, como garante de nuestros derecho fundamentales, con un ordenamiento juridico-politico. Otro es el individualismo moral, que ya implica la critica que Usted realiza como "el materialismo mercantil y el nihilismo" (y eso es discutible). Muchas veces se ha visto este individualismo como egoismo, aunque hay varias mas (Peter Singer en su libro "Compendio de Etica", hace varias distinciones, pero no habla del individualismo, sino de egoismo, aunque para mi ambos se han usado de distinto modo). Por lo tanto, nadie en su "juicio meditado" como dice Rawls. Criticaría el aspecto juridico-politico (ya que estos garantizan nuestro derechos fundamentales tanto de Neruddin, Ricardo Milla, Marina Carrion, Usted y yo). Pero si las consecuencias, aunque las criticas de mercantilismo y nihilismo, no son objeciones a las mismas, mas bien son excesos cometidos, que no invalidan los Derechos Humanos (ni siquiera decir que es "metafisica liberal"). A mi parecer es una critica romantica. Parecida a las críticas de los comunistas hacía el capitalismo. Ellos construyen un capitalismo, y lo tildan como el mal. Y sus luchas es hacia ese capitalismo contruído por ellos, que no es capitalismo. En fin siempre se contruye un enemigo el cual luchar. Rawls tambien lo hace con el tipo de Utilitarismo que presenta.


Sobre el nihilismo, no se comprende en que sentido lo usa el termino. Si es en el sentido de Niezcthe, se verá que el mismo no pudo superar el nihilismo (su nihilismo lo llevaría un mundo similar a la utopía de Ayn Rand). Nieztche es un individualista (el superhombre no es mas que el tipo de hombre Kantiano, el cual se otorga a sí mismo sus propias leyes). Un individualismo de corte liberal.

En general, todo pensador tiene su utopía. Por mas que intente escaparse de ello. A mi parecer nadie puede escapar de la utopía. Me gustaría saber cual es su utopía, Señor Rivera.

Atte.

Víctor Samuel Rivera dijo...

Estimado WarCraft;

Lamento haberte trasladado a la página principal, pero temo que, de lo contrario, mis lectores habituales no se enterarán de mi respuesta, que habrá de ser por partes, dada la extensa y pormenorizada argumentación con que has lanzado el guante.

Te felicito por anticipado por tu integridad, por tu valor y por la lógica impecable con que sostienes el universalismo. Yo soy antiuniversalista porque soy realista. No tengo ninguna utopía, sino ilusiones o sueños o metáforas para pensar. Cuando te conozca en persona te obsequiaré un texto grande donde trato este asunto de la utopía.

Hoy no puedo contestarte, pero lo haré mañana.

UN anticipo: Mira el video nuevo si es que no lo has hecho. Pregunto: ¿Por qué los chinos, los coreanos del Norte, los islámicos integristas, etc. (en total la mayoría del planeta) no creen explícitamente en los "derechos humanos"? Respuesta: Porque, al carecer de sustento racional, son un mero instrumento al servicio de poderes fácticos que se atribuyen la "humanidad". Si la gente estuviera de acuerdo en qué son, o cuál es su alcance o cómo se aplican, tal vez todo sería más fácil. Esto último siendo falso, los "derechos humanos" pueden ser la llave para una dominación mundial basada en una estricta imposición ontológica, o sea, por la fuerza, de valores que son para nada "humanos", se me ocurre, los valores de Estados Unidos e Israel, por ejemplo.

Hasta mañana.
Un abrazo sincero y atento,

VSR

Anónimo dijo...

Estimado Victor Samuel:

Agradeciendo tu invitación de comentar este texto debo decir, en primer lugar, que el problema inicial de hablar del nihilismo, como del liberalismo es que las observaciones (como puede verse en los otros comentarios), resultan mayormente de equivocidades de los "ismos". No repetiré aquí la crítica de Heidegger en "Carta sobre el humanismo" que tú debes conocer muy bien, pero añadiré que por más post-metafísico que se quiera ser, y por más muerte a la metafísica que se quiera señalar, siempre hay un punto de vista metafísico (en un sentido quizás inconsciente no indicado en tu texto - para ello leer el Cap. 8 de mi "Guerra y Paz"). Así, leyendo tu texto y los comentarios me pregunto por el marco conceptual sistémico anti-sistema (con las aclaraciones terminológicas correspondientes) que se anticiparían a todas las observaciones (como aquellas sobre Derechos Humanos, por ejemplo) Una crítica sobre la que ya trabajé en mi "¿Qué fue de la posmodernidad?" del 2004.
Teniendo presente estos elementos conceptuales, podríamos añadir quizás que, si existe consenso 'académico' sobre los principios ecológicos (que por supuesto que son éticos, faltaría más), ninguna postura nihilista in extremis es sotenible. De hecho, como yo siempre sostengo en mis textos: No son opiniones respetables. Porque sólo se puede respetar lo que no va contra la dignidad humana (eso antes de hablar de Derechos) Y si alguien opina que hay que respetar que les corten el clítoris a las adolescentes, el aborto en el tercer trimestre, o latigazos a las mujeres que no usen falda: no esperen mi respeto cuando me causa indignación. Y, ¡Claro! preguntaran todos, cuál es el criterio si parece una mero sentimiento moral. Pero ahí está precisamente el error, porque es más bien, y ante todo una cuestión epistemológica. Lo que nos lleva a que, por más post, que se quiera poner, nunca se puede ser post-racional.
Y como diría Aristóteles, y repite Lyotard: Amigos en Filosofía son los que buscan lo mismo, y esto es la verdad.
Un saludo y gracias por la paciencia de todos los que leen esto

DicK Tonsmann

Anónimo dijo...

Bismillahi Rahmani Rahim

Estimado Dick Tonsmann

Menciona usted que "sólo se puede respetar lo que no va contra la dignidad humana". Creo que su afirmación, con lo universal que usted parece creer que es, está lejos de no ser un discurso con un mundo político en concreto y una cultura concretas encima, y por ende no es un asunto epistemológico, sino para una epistemología culturalmente condicionada, en todo caso.

Parte su afirmación del horizonte de posibilidad del humanismo. No digo que sus pensamientos en concreto afirmen políticas específicas, pero hay un 'universo de sentido' que usted hace suyo en su afirmación. Y yo no (de hecho, un gran sector del mundo no, de allí el curioso universalismo).

Diría en cambio que por más poco popular o 'arrinconado' o devaluado que lo siguiente se encuentre (después de todo, solo en esta parte del mundo, y ni aún eso, solo en las universidades, congresos y el círculo homogeneizado, que no es sin embargo el todo social ni aquí mismo) -poco importa esta situación en todo caso cuando tratamos de lo que tratamos- solo se puede respetar lo que no va contra la Voluntad de Dios.

Pensar que esto es intrínsecamente anti-humano, retrógrada y medieval es ya un discurso 'humanista' (en sentido histórico este último término). Sólo en Dios encuentra el ser humano su profundo e inmenso valor. Un valor tal que, cuando se le realiza, los ángeles mismos quedan azorados, la creación se somete a los pies, y el universo se hace polvo frente a la plenitud del corazón sobrepasado y aniquilado en la contemplación.

Pero respecto a estas cosas, el 'humanismo' constituye una colosal construcción de desviación, de enajenación.

¿No hablo como filósofo? Claro que no. Estoy consciente. Pero usted ha hecho una firmación específica, dándola por sentada, incluso llamándola epistemológica. Y por eso es que lo que señalo.

Además, si me he animado a decir lo anterior, es porque no hablo en general, sino a usted. Y sé que usted es también creyente.

Dice usted que hay un fondo metafisico siempre. Siendo usted creyentes, y tomista, pemítame señalar que hay también en el filósofo creyente un fondo creyente.

De allí que me haya animado a hacerle ese comentario.

Por otro lado, más allá de señalar mis claras distancias -y las distancias y/o acotaciones de mi tradición rectamente aplicada- con los ejemplos de barbarismo que usted cita como inadmisibles, lamento que haya elegido de entre todo el universo posible de ejemplos, precisamente ésos, algo nada 'casual' como no lo fue el 'mero ejemplo' del pontifice actual en su sonado discurso que causó tanto revuelo entre nosotros los musulmanes.

Más allá del 'texto escrito' hay un pre-texto que lo hace posible. Y me temo que huelo allí una inconfesada y quizá hasta auto-pre-explicitada animadversión a los musulmanes.

Que los hay buenos, bonitos y decentes, ya. Lo sé. Hablo de un pre-texto no casual, menos aùn cuando usted sabe que antes que usted en los comentarios a este mismo post ha estado escribiendo un musulmán.

Qué pena.

Slds.,


Nureddín

Anónimo dijo...

Estimado Nureddin.

No sé por qué los ejemplos que he elegido puedan parecer ofensivos necesariamente a cualquier musulman.
1) El aborto del tercer trimestre es la ley Clinton.
2) Golpear a mujeres que no usan falda es lo que hacían los esbirros de Pinochet; y
3) El corte del clítoris no es una práctica de todas las tradiciones musulmanas que yo sepa.

¿Quien ha sido el prejuicioso?

He puesto precisamente tres ejemplos de tres culturas diferentes, lo que muestra precisamente el universalismo al que Ud. hace mención.

Ahora bien, de que soy tomista no se de donde lo ha sacado, le puedo decir que soy católico y no por eso se pueda afirmar que todos los católicos sean tomistas. Allí también hay otro prejuicio.
Por otra parte, no niego que la cuestión epistemológica tenga un origen culturalmente condicionado, pero eso no quita que siga teniendo pretensiones de universalismo, paa todos los hombres. Los católicos nunca han abandonado el principio de la evangelización, incluso dentro del marco del Diálogo entre religiones.

Por otra parte, creo que no ha entendido mi postura en el asunto del "humanismo". La exaltación del hombre que olvida a Dios, así como las corrientes kenóticas que quieren hacer defensas de dignidad humana sin mencionar la religión considero que son inconsisitentes y forman precisamente parte de ese nihilismo que Victor Samuel denuncia.

Finalmente quisiera decir que en mi experiencia personal de trabajo con mujeres maltratadas, para cuestiones prácticas no espero hacer distinción de si estas son maltratadas en una cultura o en otra. Y lo mismo me parece condenable como los occidentales llevan a las mujeres a la prostitución como los antiguos hindúes obligaban a sus esposas a ser incineradas en vida cuando ellos morían. Una práctica que, como Ud. debe saber fue quitada por los colonos ingleses.

Que pena por los prejuicios

Anónimo dijo...

Bismillahi Rahmani Rahim

Estimado señor Dick Tonsmann

Gracias por sus aclaraciones y me retracto de mis palabras y de mi error en ese sentido.

Será que este medio, el medio del blog, donde tantas voces se pueden escuchar con facilidad, me ha mostrado en las semanas pasadas con mucho, de parte de algunas personas con las que he tenido algún intercambio de opiniones, ejemplos sorprendentes de prejuicios hacia los musulmanes bajo el disfraz hipócrita de buenos e idílicos lenguajes.

Así que, ante sus aclaraciones, le pido disculpas y que acepte mi retractación.

Por otro lado, seguro habrá ocasión de escuchar más acerca de su humanismo. No es que le haya confundido, sin embargo, con esos humanismos que usted cita.

Humanismos los hay muchos y muy varios, cierto. Pero lo que señalo es que, modalidades aparte por diversas que fueren, en cuanto a la quintaesencia de un criterio central, el criterio expresado de "sólo se puede respetar lo que no va contra la dignidad humana", por persuasivo que suene en nuestras sensibilidades, es con todo olvidar la primacía epistemológica, 'criterial' -para los creyentes, me refiero- de que -amén de una aproximación fragmentaria y siempre sujeta a inestabilidad relativa que podamos conseguir por nuestro propio pensar y experiencia- la certeza respecto a lo bueno y lo justo lo sabemos autoritativamente por referencia a una revelación de Dios y no por referencia autónoma del hombre al mismo hombre. Ser humano que, en sentido estricto, se conoce a sí mismo -su origen, su destino, su drama en la historia salvífica, su lugar en la Creación, sus posibilidades de plenificación-, por referencia a una revelación de Dios y sólo fragmentaria e inestablemente por auto-referencia de sí mismo.

Los primeros humanistas eran muy religiosos y creyentes. Pero de allí vinieron otros, y otros, y otros, y la cadena llevó a lo que llevó.

Lo que señalo es precisamente que no se trata de una cuestión de grados lo que hará la diferencia con una cultura anti-religiosa y sus efectos desastrosos nihilistas socio-políticos, sino una diferencia de principio mismo.

Precisamente -para los creyentes-, ante el fracaso de los modernismos desvelados en toda su crudeza por la post-modernidad, ésta tendría que ser la hora de asumir valiente y epocalmente, por la fuerza del depósito perenne de la fe, la restitución del principio divino a la base misma de nuestro criterio moral -y por ende del discurso moral, ético y de allí, político- en vez de persistir (por el temor al cambio y bajo una dosis de ingenuidad histórica) en la suplantación -pues eso fue al fin y al cabo- del principio divino por el principio reductor del humanismo.

Saludos,


Nureddín

PD: Lo de tomista (que en sentido alguno es en todo caso una crítica) no fue por prejuicio, al parecer solo por mala información.

Víctor Samuel Rivera dijo...

Estimados todos;

Les escribiré de a pocos. Por ahora me concentro en Warcraft, mi buena amigo liberal.

1. Tú escribes: "Si bien los principios de los derechos humanos nacieron con la Ilustración, estos mismo principios se han universalizado".

¿Qué significa "se han universalizado"? Quiere decir: Se han impuesto, como es el caso del capitalismo y la tecnología, con la diferencia de que la universalidad tiene pretensiones morales.

2. "Veremos que por la misma práctica que se intenta refutar, se cumplen (los derechos)". Una trampa del lenguaje moral. Hablamos en términos de "derechos", pero eso no quiere decir que nos entendamos realmente respecto de los efectos de ese lenguaje.

Los nazis fueron juzgados por violar los "derechos humanos". Nunca se juzgó a los americanos por la bomba atómica: Ergo, que hablemos en términos de "derechos" no ayuda nada. Es posible que los nazis hubieran ejecutado a Churchill por criminal de guerra. Lo consideraban tal, como consta por material fílmico.

3. Lo referente al indivudualismo es de suyo más complejo, pero en términos generales, es aceptable.

4. Escribes que respecto de los "derechos humanos": "Sólo basta que (se) sea humano. Si Usted está en desacuerdo, me podria decir, en qué artículos estaría en contra o si es en todo?"

Ok. Los "derechos" se basdan conceptualmente en una noción epistémica, en un concepto presupuesto respecto del sujeto de los derechos, que en principio no es un ser humano, sino el residuo de una operación de análisis conceptual, el famoso "individuo". Yo creo que el concepto de "individuo" no es humano, que el humano es un ser concreto, con historia, lazos, obligaciones, cultura. Un ser sin esos atributos no es un ser humano, aunque sus derechos se llamen "humanos".

No creo que ni yo, ni Nureddín, ni Ricardo Milla seamos "individuos" en ese sentido. No creo que Warcraft sea individuo tampoco.

5. Sobre el nihilismo, ofrezco otro post. En parte tienes razón y la tienen Dick Tonsmann y Nureddín. Sé que debo aclarar más las cosas. En parte surge la necesidad de aclararse en estos espacios.

Víctor Samuel Rivera dijo...

Hola a Dick y Nureddín:

Mañana me ocupo de las otras críticas. ¡Desaparezco un par de días y llueve candela!

VSR

Víctor Samuel Rivera dijo...

Querido Dick Tonsmann:

1. Te doy toda la razón con los "ismos". Acepto que se prestan a confusión, aunque no tenemos la culpa de eso. La confusión de ciertos conceptos políticos es parte de su eficacia histórica (esto es: ser confusos los hace tanto vigentes como criticables).

2. No me excuso de aclarar el término "nihilismo". Sólo quise decir aquí que el liberal es nihilista y creo que he expuesto bien las razones de por qué es así. También incluyo la definición (acepto que provisional) para "nihilismo-nihilista". Hasta ahora sólo me la ha criticado Héctor, a quien ya le he contestado.

3. Escribes: "me pregunto por el marco conceptual sistémico anti-sistema (con las aclaraciones terminológicas correspondientes) que se anticiparían".

Ese marco conceptual es la teología política que estoy elaborando desde la hermenéutica, para la que valen términos de Vattimo-Heidegger, como "envío", "destino", "pietas", "eficacia histórica", etc. que indican una interpretación histórica del pensamiento (Gadamer). Aclaro, para ti y Nureddín, que esa interpretación no excluye la trascendencia.

4. Sobre la ecología y el nihilismo estableces un baremo: "Porque sólo se puede respetar lo que no va contra la dignidad humana" y los nihilismo son "no respetables". Estoy de acuerdo, pero es muy fácil reducir el discurso de la dignidad del hombre a los parámetros individualistas de los liberales, que son los que han destruido la Tierra y que, desde mi humilde asiento, son especialmente "no respetables".

El liberalismo es intrínsecamente no respetable de una manera que ninguna otra tradición humana que conozco lo es. Me parece humanamente más inteligible el grupo de mayas adoradores del Gran Dios Kukulkán que sacrificaban humanos a su dios que los liberales, que sacrifican a los demás en su beneficio.

Y esto, como bien notas, es una deuda de la "Carta sobre el Humanismo" de Heidegger. Creo que todo lector que se interesa en mis cosas debe sentirse estimulado por leer esa joya del antiliberalismo del siglo XX.

6. Concluyes: "como diría Aristóteles, y repite Lyotard: Amigos en Filosofía son los que buscan lo mismo, y esto es la verdad". Te doy toda la razón.

El que me confiese seguidor de la hermenéutica, incluso de la nihilista, debe interpretarse desde lo que me gusta llamar "los márgenes", desde donde el pensamiento "correcto" parece o aparece muy incorrecto. Y en ese margen, amigo mío, es que se revela lo más profundo de nuestro envío.

Ricardo Milla dijo...

Estimado Víctor Samuel:

Desde hace días que quería leer este post, ahora lo hago y comento rápidamente (porque son las 2.20 am y, gracias a la vida, no estoy conectado a una máquina todo el día, jajaja).

1. Como ya lo notaron Nureddin y el prof. Tonsmann, no has puesto en un framework-theory lo qué es nihilismo/nihilista. Creo que nuestra mini-plática con Carlos ayudaría a dar luces para aclarar más el tema.

2. No creo que el liberalismo per se sea el mal radical hodierno, pues liberalismo se dice de muchas maneras [aunque en un grado distinto de lo que lo hace el ser, evidentemente]. Pero sí concuerdo contigo que el mal de todos los males es el liberalismo nihilista, de hecho, el más fatal es el expuesto y predicado por Rorty (y seguidores). "El nihilismo es la madre de todos lo vicios".

3. Vayamos a Rorty. Para este gringo-philosopher la sociedad liberal está compuesta por individuos que son conscientes de la contingencia de su yo y por lo cual son capaces de reescribirse a sí mismo muchas veces a la manera del "proyecto" de Nietzsche y de Heidegger [bueno así le parece a Rorty]. Para ello el liberal-ironísta es aquel que, a diferencia del metafísico (y cabe señalar que Rorty no tenía ni idea a qué cosa se refería con metafísico o con metafísica, pues nunca conocío una metafísica ni a un metafísico, sino solo a calcos poco paradigmáticos), no cree en los fundamentos. Sin fundamentos no hay principios, por lo tanto la sociedad liberal, y con ello el liberal-irónico, es nihilista. Así de simple. No sólo es un tipo escéptico, escéptico epistemológico, escéptico práctico-ético, sino que efectivamente niega principios y fundamentos trasncendentes. Por ello que los liberales (de ahora) no son sólo escépticos, como en "antiguo", sino que ya toman un matiz especial: además de escépticos son nihilista.
El vacío del yo del individuo ironista es una prueba del nihilismo 'apostólico' de liberales como Rorty.
Esto les hace justificarse en las cuestiones que han ejemplificado Dick y Nureddin.
Digamos que en parte esto ayuda para decir qué es nihilismo/nihilista, porque ciertos liberales propugnan y acusan que ciertos "reaccionarios" no definen que es tal cosa y por ende invalidan todo atgumento respecto al nihilismo-liberalismo.

4. Es importante rescatar aquello que propone el Dr. Tonsmann en su tesis doctoral -y que yo mismo sostengo: por mucho que se declare y se grite a todo viento la así llamada "muerte de la metafísica" siempre hay en todo discurso un lenguaje metafísico y una metafísica. Tal vez la MF tradicional como se le conoce en la Academia ya no responda a las exigencias actuales epistemológicas, políticas y éticas, y bien lo señala Vattimo, no se sigue que por ello la MF 'as such' no tenga validez o en definitiva haya llegado a un ocaso sin esperanzas a amanecer, pues luego de todo ocaso hay un nuevo resplandor. Tanto tú como yo y como otros tenemos en alta estima a la MF, por más que algunas veces nos sea insuficiente y poco útil sostenerla.

5. Otra consecuencia que se desprende del nihilismo es la propuesta liberal de la "no-propuesta-de-vida-buena" que he intentado exponer en dos post en mi blog, que buenamente tú como otros se han dignado comentar. El nihilismo al no decir 'esto' es bueno, 'este' el bien, ni en manera conceptual-teórica ni práctica, deja abierta la brecha por la cual pasará el rawlsonianismo (si se me permite tal neologismo). La propuesta mercantilista asolapada de Ralws de equiparar bienes de mercado con bienes humanos per se está presupuesta y supported por el nihilismo. Como ya lo dije en mi blog, siguiendo al Prof. Tosnmann, la propuesta de la no imposición de ninguna forma de vida buena es ya una forma de imposición. Sabemos bien que los liberales arman miles de artefactos para poder escapar a lo inevitable pero hemos visto que no han podido y cual Ícaro se han quemado así mismos. El nihilismo ha permitido que Rawls proponga tal teoría de los bienes y que otros se la crean. Lástima!

6. Respecto al tema que tocaron por ahí sobre DDHH, creo que es una "viveza" teórica decir que "dado que lo que uds. viven está en concordancia con lo práctico de mi teoría, ergo mi teoría abstractísima, que puede ser llevada a la práctica de miles de maneras por el hecho de ser desencarnadísima, se valida o es válida". El argumento es muy sonso. Eso es aplicar el derecho a la vida y no el derecho que se desprende de la vida y las prácticas humanas. O sea, que porque Nureddin, tú y yo estemos de facto viviendo, exprensando ideas, pudiendo defendernos ante una corte, etc., signfica entonces que estamos avalando y probando la validez de los DDHH? Plop! Nada que ver, pues! Los liberales creen que su papelito de DDHH son reoriginales, no? Bueno. Pero además la cuestión va por el hecho de que se creen dueños de la vida y la moral.
Hay cosas que están en la declaración de los DDHH que de facto tienen que ser, pero no por eso significa que de iure sea correcta o válida "toda" la declaración. Me explico. Como ya dije, en efecto vivimos y nos expresamos y eso es propio del actuar humano y no se desprende de un derecho. La cuestión es al revés, como vivo y me expreso y circulo es que tengo derecho a tales y que, además, es validada por una práctica que teniendo bienes internos me dan virtud y me realizan para ser 'hombre'.
Creer que los actos humanos per se validan los DDHH de la declaración es hacer un salto ilegítimo de razón, la cuestión va por otra parte.
O sea, su pretensión es la siguiente: por el hecho de que tu eres humano no te puedes escapar de lo que estos señores hicieron hace más de medio siglo en Europa en un papelito. Bah! Es como decir: la modernidad se acabaa cuando todos los seres humanos desaparescan, pero es darle carta de defunción propia, cuando sabemos que la modernidad como proyecto ya fue.
Existen derechos? Pues claro! Pero no son derechos universalistas que se desprenden de una cuestión esencialista-abstractísima y que luego quieren aplicarla de manera forzada a la realidad (eso es más cercano a una ideología), sino de el hecho de que dado que hay una tendencia natural, en todo orden de la realidad, es que por de medio de la razón intelego que tales cuestiones me corresponden como derechos, porque son de facto y de razón, y no al revés. No puedo aplicar los DDHH a la vida, sino que la vida debe validar los DDHH, y en verdad la vida, en toda su circunstancialidad, no los validan para nada.

Saludos,
Ricardo.

Anónimo dijo...

Una pregunta: ¿Estamos hablando de "Guerra y Paz", de Leon Tolstoi?

Anónimo dijo...

Estimado Victor Samuel Rivera:


Bueno, voy a responder a algunos puntos, pero será el fin de semana, ya que estoy un poco apretado.

Me gustaria un comentario de Usted en el blog de Gonzalo Gamio acerca de lo que escribí. El ultimo post sobre la secularizacion. (Estoy con el nombre: Uriel)


Atte.

Ricardo Milla dijo...

Estimado Anónimo:

El texto en cuestión: "Guerra y Paz", no es el libro Tolstoi, sino la tesis doctoral del Dr. Dick Tosnmann. El nombre es más largo, no es sólo guerra y paz, pero no recuerdo bien el nombre entero.
Espero haber aclarado tu duda.

Saludos,
Ricardo.

Ps. Prof. Dick, cuál es el nombre entero su tesis doctoral? (y cuándo la publican?) ;)

Víctor Samuel Rivera dijo...

Estimados todos;

Hoy tuve un dia arduo, pero mañana contestaré a todos.


VSR

Víctor Samuel Rivera dijo...

Estimado WarCraft (Uriel):

Te felicito por tu diálogo en los blog neoliberales de izquierda. Yo no me atrevo a escribir si no encuentro una razón más allá del agravio personal, que en esa frontera de los blogs es, segun veo, lo único que se ofrece contra mis argumentos. Donde me pides que comente no veo nada que no pudiéramos conversar aquí, aparte de -bueno es decirlo- las críticas superficiales y falaces, que me alegra sean el único soporte virtual del nihilismo. Mientras más obsecado se ponga el nihilista, signo es de que más rápidamente se acerca el final de su mundo.

Tu liberalismo y lo que sabes de liberalismo me parece más auténtico, más ordenado, más interesante que la cantaleta romántica que me sugieres leer.

Los neoliberales de izquierda, para enfrentar el cargo de nihilistas, se obstinan en desagregar "narrativas" de la modernidad; como estrategia racional no es mala, yo la uso. El problema es qye una narrativa debe ser plausible frente a la crítica y lo que Neoliberals & Co. sostienen como "narrativas" son más bien ocurrecias de ficción. Imagínate: el Cristianismo termina soldado con la Ilustración, los religiosos hacen una narrativa de derechos que justifica a sus asesinos. Parece de Ripley, pero no, es suya. La argumentación de los urbanistas del fin de la Tierra no amerita que transite por allí. Eduardo Hernando ya le dijo a Neoliberals & Co. en cuatro líneas todo lo que hace falta.

Me fascinó la argumentación sobre la monarquía. Veré de tomar ese tópico en algún momento.

Miguel angel dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

Cuando escribe un loco, también vale?

Víctor Samuel Rivera dijo...

Para Miguel Coronado;

He suprimido tu comentario porque es sencillamente impertinente. Debes comprender que este blog es una página concurrida por filósofos, académicos, por gente interesada en la filosofía política. No puedo consentir absurdidades que le quitan lustre a la página.

Ricardo Milla dijo...

VSR:

Nada que ver ese comentario; está bien que lo hayas suprimido. Creo que la argumentación bien sostenida es lo que debe primar en una discución intelectual.

Cdt.

Anónimo dijo...

Tu entrada sobre nihilismo me ha parecido, como siempre son tus cosas, clara, bien informada, original... pero un poquito equivocada (no diré que mucho, no sea que vaya yo a perder mi inmutabilidad nihilista-liberal). Bueno, ahora en serio: creo que tu error, como el de Vattimo consiste en no daros cuenta de que las tesis liberales, lejos de comulgar con el nihilismo, en realidad son el mejor corrosivo que tenemos contra él. ¡Acaso hay algo que exija una creencia más fuerte en valores como el individuo, la igualdad, la democracia, la libertad de todos! Y, en cuanto a la presunta tesis de que el liberalismo es algo así como el pensamiento políticamente correcto de nuestros días, ¡es que acaso hay algo que concite menos el asentimiento de los Intelectuales del Mundo Unido que esas pocas ideas sobre la libertad de Berlin y Arendt, de Mill y Tocqueville! Todavía no conozco ningún sistema universitario europeo o latinoamericano en que la apuesta por el liberalismo sea una buena carta de entrada no ya en sus puestos de profesorado, sino siquiera en sus espacios para conferenciar.

Pero bueno, todo esto exigiría mucho más tiempo y palabras que espero que podamos compartir cuando vengas a España en septiembre.

Abrazos

Anónimo dijo...

Tu entrada sobre nihilismo me ha parecido, como siempre son tus cosas, clara, bien informada, original... pero un poquito equivocada (no diré que mucho, no sea que vaya yo a perder mi inmutabilidad nihilista-liberal). Bueno, ahora en serio: creo que tu error, como el de Vattimo consiste en no daros cuenta de que las tesis liberales, lejos de comulgar con el nihilismo, en realidad son el mejor corrosivo que tenemos contra él. ¡Acaso hay algo que exija una creencia más fuerte en valores como el individuo, la igualdad, la democracia, la libertad de todos! Y, en cuanto a la presunta tesis de que el liberalismo es algo así como el pensamiento políticamente correcto de nuestros días, ¡es que acaso hay algo que concite menos el asentimiento de los Intelectuales del Mundo Unido que esas pocas ideas sobre la libertad de Berlin y Arendt, de Mill y Tocqueville! Todavía no conozco ningún sistema universitario europeo o latinoamericano en que la apuesta por el liberalismo sea una buena carta de entrada no ya en sus puestos de profesorado, sino siquiera en sus espacios para conferenciar.

Pero bueno, todo esto exigiría mucho más tiempo y palabras que espero que podamos compartir cuando vengas a España en septiembre.

Abrazos

Ricardo Milla dijo...

MAQ:

Para vuestra información la PUCP está repleta de liberales e ir contra la doctrina liberal es como ser un hereje en pleno siglo IX. Los liberales en todas partes, o casi, son conservadores y fanáticos. Ya MacIntyre lo notó en EEUU. En Perú pasa lo mismo.

Saludos,
Ricardo Milla de Filoblogsofía.

Anónimo dijo...

El comentarista conoce tanto la PUCP como Madagascar.

Pedro Pablo dijo...

Estoy de acuerdo con Ricardo, aunque con menos adrenalina. Cuando entras al sistema universitario te enseñan "lo correcto", que es toda la historia de la democracia, las libertades, el libre mercado, igualdad de género, matrimonios gays, etc ., esas cosas que ya sabemos. Cuando uno piensa un poco, un toque que se aburre de la monserga y entonces recurre a Marx o a estos autores de Rivera, la metapolítica. etc.

Un dato para Maq. en Francia hay entre 30 y 70 mil conversos al islam por año, gente aburrida del liberalismo que quiere más orden en su vida, algo que valga la pena, algo superior o diferente. Lo "correcto" ya cansa.

¿y qué es el mundo clásico, profesor Rivera?

Víctor Samuel Rivera dijo...

Buenas noches, queridos lectores;

1. Maq: Indicas que "¡Acaso hay algo que exija una creencia más fuerte en valores como el individuo, la igualdad, la democracia, la libertad de todos!". Si fuese una broma, no sería una broma muy graciosa. Todo el mundo cree en las ideas que mencionas sin hacer demasiado esfuerzo moral que digamos. De eso no se desprende que lo que expresan sea malo o equivocado. Eso lo concedo. En la Edad Media todos creían en Dios.

2. Citar a Berlin o Tocqueville no viene al caso. Ser liberal no se refiere aquí a tener conceptos filosóficos en una tradición disciplinaria, sino a compartir esquemas conceptuales populares. Sería muy interesante retomar la idea del "pensamiento único" y cómo puede dominar como "koiné" en una sociedad donde -no faltaría más- no es natural pensar disciplinariamente.

¡Mira sino cómo es el barrio liberal aquí!

Víctor Samuel Rivera dijo...

Ricardo;

La PUCP es muy liberal y conozco casos de personas que disimulan o esconden su disidencia. Un caso atípico es nuestro filósofo Eduardo Hernando Nieto, que hace de filósofo porque es profesor de la Facultad de...

¡Derecho!

A Eduardo no lo ha invitado la Facultad de Humanidades NUNCA a dictar una charla, o a publicar un solo artículo. Que me desmientas los neoliberales de izquierda que, a lo que refiere a la realidad social, viven mentalmente en Madagascar.

Ricardo Milla dijo...

VSR:

Lo bueno en la PUCP, más por necesidad económica que por otra cosa, es que en Filosofía hay profesores como Bacigalupo y D'Onofrio. Es una ventaja que estñen ahí pues hacen frente al liberalismo. Aún así son como que relegados del resto. Lo mismo con Raúl Gutierrez.
Es una lástima que una Universidad que dice "Bienvenidos todos" tengan tanto miedo y reparo para con ciertos intelectuales. En la PUCP hay lamentablemente un "pensamiento único" generalizado. Eso no debe pasar en una Universidad.

Saludos,
Ricardo.

Anónimo dijo...

Los profesores que menciona son muy queridos y respetados en la PUCP. Dos de ellos son tiempo completo y tienen cargos administrativos. Es completamente falso que “sean relegados”: qué falta de información. Son profesores de planta, muy apreciados por su talento y valor humano. Luis Bacigalupo – un excelente docente y filósofo – es un defensor muy lúcido del liberalismo moral y político. Lea sus textos.

Anónimo dijo...

Si el profesor Bacigalupo es "un defensor muy lúcido del liberalismo moral y político", ¿eso no le da la razón a Ricardo, y al final todos los docentes de filosofía son liberales? Hasta los medievalistas parecen liberales.

¿Será liberal el profesor D'Onofrio? Y si es tan querido... ¿cuánto tiempo lleva trabajando enseñando medievalismo?

Anónimo dijo...

El profesor Donofrio se ha reincorporado luego de una larga estancia en EEUU. No sería decente que alguien de aquí se exprese mal de su trayectoria. Sería censurable.

Que casi todos los profesores de una institución respeten la dignidad y los derechos de las personas no es un signo de “pensamiento único”, es una garantía para la convivencia y la paz.

Orlando dijo...

Sería bueno cambiar de tema y no seguir machacando con opiniones sobre la filosofía en la PUCP y menos de ciertas personas. Yo creo que el dueño del blog debe invocar al orden en ese sentido y ya detener esta conversa, y en todo caso nosotros ya intervenir sobre otros asuntos, pues todo se ha desviado del punto estricto académico.

Ricardo Milla dijo...

VSR:

Bueno el mismo D'Onofrio dice que hay una pereza intelectual-filosófica en el pabellón H. Bacigalupo dice que si no fuera por su curso de Filosofía de la Religión no podría hablar abiertamente de Dios. A Raúl no lo ven bien. Habría que añadir al sabio Beas que sí ha sido relegado cada vez más. Es una lástima que la PUCP sea así con gente talentosa, bueno no la cato en sí, sino ciertos individuos. Bacigalupo no comulga al 100% con los demás liberales, si es cierto que él lo es, cosa que no sé. Y si fuese cierto, entonces el la facu de filo todo es liberalismo por aquí y por acá, son tan liberales que no aceptan a otros que no sean liberales excepto que les falte gente para una cátedra con urgencia, esos liberales son tan poco libres, no dejan que en su revista escriba cualquiera, no pueden haber cosas peligrosas... Porqué será que "Pensando peligrosamente" fue atacado fervientemente por liberales, especialmente por uno en particular? Bueno, eso es ser "libre"? No lo creo.
En fin. Creo que el tema es cerrado y aparte.
Estoy deacuerdo con Orlando, la cuestión ya salió del recipiente.

Saludos,
Ricardo.

Víctor Samuel Rivera dijo...

Estimados todos;

Estos días estoy muy ocupado y lamento no haber comentado nada antes. Comprendo que Ricardo no ha tenido intención sino de comentar sobre el "pensamiento único" y no de tratar sobre personas. Al respecto, me parece que la mención de personas de parte de Ricardo es en plan de halago y no debe interpretarse de otra manera.

Con los firmantes "anónimo" no comento nada. No abusen del anonimato, por favor, pues de lo contrario, los censuraré.

VSR

Anónimo dijo...

Con todo respeto, lo que dice el Sr. Milla no es verdad. Los profesores que ha mencionado son queridos y reconocidos en la PUCP. Luis Bacigalupo dirige la DARS, y el profesor Gutiérrez dirige la especialidad de Filosofía de la PUCP. Son profesores emblemáticos de la Universidad.

Ricardo Milla dijo...

Anónimo, sí, esos profesores tienen su público, y son amigos entre ellos (los filósofos todos pucp), pero de ello no se rebate lo que digo. En fin. Lo sé de primeras fuentes. Nada más.

Anónimo dijo...

Lo suyo son especulaciones discutibles, lo otro [cargos, tiempos completos, etc.] son hechos bastante verificables.

Víctor Samuel Rivera dijo...

Estimados amigos y lectores;

Es mi expreso deseo que cese el presente debate en torno de profesores de la PUCP, pues el tema se ha desplazado de una consideración académica o filosófico-política a una evaluación de capacidades y competencias de profesores con nombre propio, y eso ya no se puede permitir, pues se presta a que interlocutores con mala voluntad empujen los tópicos hacia asuntos que pueden lastimar susceptibilidades específicas, de personas a quienes yo no querría incomodar de ninguna manera.

Raúl Gutiérrez, por ejemplo, es uno de los mejores profesores que he tenido.

Me mortifica que se ventilen las posibles discrepancias internas de los profesores de mi Alma Mater.

Espero estar siendo claro en esto.

Anónimo dijo...

Estoy de acuedo con el dueño del Blog.

Ricardo Milla dijo...

VSR:

Estoy de acuerdo.

Saludos.

Anónimo dijo...

Estimado Señor Víctor Samuel Rivera:

Quisiera empezar con esta critica-comentario, parafraseando a Heidegger: “Porque tener democracia (liberal, participativa o pluralista) y no dictadura (o Monarquía o Monarquía constitucional)?”. Si no se responde con fundamentos, no hay buena razón, para poder tomar en cuenta las argumentaciones en pro de la democracia o monarquía. ¿Mas aun porque ser liberal o conservador?.

Cuando afirmo que los DDHH se han universalizado, afirmo que toda persona con cierto “nivel de vida” (o calidad de vida), mas aun con la educación universal (para todos), -junto a ello un desarrollo de la industria y la tecnología- es que las personas buscan mas libertades (tanto políticas y económicas). Los individuos han aceptado libremente estos principios porque les otorgaba, mas posibilidades de autonomía, y autorrealización, pero no sólo como personas sino junto a ello el desarrollo de los “bienes primarios”(según Rawls). Y una garantía a la propiedad privada (a disfrutar del fruto de su esfuerzo, ya que nadie aceptaría que le quiten lo que ha ganado con su esfuerzo, o si? A lo menos que fuera prohibido como en una sociedad comunista o en la “Utopía” de Moro). Y si son aceptados libremente, no hay razón para decir que “Se han impuesto, como es el caso del capitalismo y la tecnología”.

Otro punto importante, es que nos garantiza tener democracia. Si podemos los individuos vivir en un régimen monárquico, que nos brindara tanto las libertades políticas y económicas (como la Monarquía constitucional Inglesa o la Española). Podemos tener una vida apacible con monarquía. Como también con Democracia. Pero la Democracia tiene una falla estructural, intrínseca que lo hace irresoluble, mas aun que llegue a volverlo como inviable, para nuestras sociedades “complejas” y plurales. Al igual que los DDHH. Pero la falla no se concentra en su fundamento o “al carecer de sustento racional, son un mero instrumento al servicio de poderes fácticos que se atribuyen la "humanidad". Si la gente estuviera de acuerdo en qué son, o cuál es su alcance o cómo se aplican, tal vez todo sería más fácil. Esto último siendo falso, los "derechos humanos" pueden ser la llave para una dominación mundial basada en una estricta imposición ontológica, o sea, por la fuerza, de valores que son para nada "humanos", se me ocurre, los valores de Estados Unidos e Israel, por ejemplo.” Si planteamos (los DDHH) como un instrumento al servicio de poderes fácticos, entonces toda idea (o pensamiento filosófico) sería vista como un instrumento, pero de alguna manera son instrumentos. Volviendo a lo anterior, si Usted plantea una monarquía (se supone aristocrática y estamental) que no considere las libertades políticas y económicas, tendría dos objeciones:

1) Si lo que propone es una monarquía aristocratica hereditaria, entonces cuando dicha aristocracia degenere, quien lo reemplazara?, ya que esa aristocracia corrupta no va a querer salirse del(de los) cargo(s), y tendríamos un régimen fuerte, corrupto, que a la larga originaría, luchas sociales de liberación, y el liberalismo entraría en auge irremediablemente. En otras palabras el liberalismo surge naturalmente de las aristocracias. Es su consecuencia lógica y natural.

2) Ahora si es una monarquía aristocrática de los "talentos naturales" como dice Rawls, como hacer para que los talentosos tengan un flujo constante y no degeneren? y suceda como lo planteado anteriormente?, mas aún que mecanismo habría para seleccionar a los mas capaces?, y quien los seleccionaría?.

La 1) objeción demostraría los efectos de una aristocracia degenerada (que no considera las libertades políticas y económicas). Pero las libertades económicas, parece que se han apartado del acontecer político, porque bien puede coexistir sin las libertades fundamentales, como Usted propone en “China si, Tibet no”, y eso es un aliciente para descartar la democracia.

Sobre los Nazis y la bomba atómica, responderé según Carl Schmitt. Primero: Los “Americanos”, los “Ingleses” en general los “Aliados” tenían un “enemigo publico” bien definido. Que concuerda con la categoría de amigo-enemigo (No me parece tratar de extender el principio de Schmitt, a otros ámbitos como Usted realiza en su artículo “Hermenéutica del Enemigo”, ya que Schmitt lo delimita, y no permite extensiones conceptuales). Segundo: Los Nazis también tenían un enemigo declarado, y según Schmitt eran enemigos aquellos que “se opone(n) combativamente a otro conjunto análogo. Solo es enemigo el enemigo publico.”. Puede ser un estado o un “pueblo entero”.Siguiendo esta definición, se verá que los Judíos no eran “enemigos públicos”, porque no se oponían “combativamente” a los Nazis, a lo mucho eran enemigos creados por ellos, pero no se circunscribe a la definición de Schmitt. Todo lo contrario eran los japoneses y los aliados. Por lo tanto si era justificada la bomba atómica (en caso de los "Aliados"). (Es interesante el concepto de amigo-enemigo, después de terminar otras cosas, me pondré a investigarlo).

El individuo es una operación conceptual, o residual. Pero si lo sostiene de esa manera, no habría cabida, ni siquiera para Dios!. ¿Dios también podría ser “un residuo de una operación de análisis conceptual”?. El individuo es un ser concreto, “con historia, lazos, obligaciones, cultura”, pero si esos valores no son compartidos con principios que lo hagan posible, de que serviría?. ¿Sería posible esos valores sin DDHH que lo garantizaran?. Yo no creo como Mc Intyre, cuando dice que los DDHH son ficciones. Yo diría que son ficciones necesarias, (hasta cierto punto ese argumento de Mc Intyre puede decir que Dios es una ficción!!!). Los seres humanos vivimos rodeados de entelequias, o ficciones necesarias, ni siquiera un matemático puro podría escapar a ello. Esto me hace recordar la película “Una mente brillante”, cuando “Alicia” le dije a Nash: “Cuanto mide el universo?” y él le responde -"infinito"-, y que es el infinito sino una creencia? O una suposición no demostrada? (y que nunca se va a demostrar). Sloterdijk decía que cuando el hombre descubrió que el mundo se mantenía en el vacío, la humanidad se desespero, y desde entonces siempre esta buscando la vuelta al Útero-topo, el liquido amniótico, donde nos cobijamos al nacer. (No es que sostenga el pensamiento de Sloterdijk sino que lo coloco como ejemplo. Yo también soy católico).

Por ahí mencionas que: “Para hablar de economía, hasta hace 6 meses el neoliberalismo realmente llevaba la economía global a la quiebra, pero hasta que no fue imposible evitarlo, los liberales decían que "el estado político liberal dará un marco para la discusión", bla, bla, bla. Ya viste cómo acabó: El Estado liberal tuvo que intervenir la economía a una escala jamás vista, o sea, debió dejar de ser liberal.”. Lo que acabó no fue el estado liberal, sino el intervencionismo estatal. La crisis no fue por el “libre mercado” o por la “avaricia” de los banqueros, como escuche una vez, sino es por culpa del estado que interviene en la economía. El estado estuvo regulando los bancos para que faciliten prestamos, (todo el mundo sabe que un banco no da plata así nomás, sino que impone ciertas condiciones que el sujeto que va a pedir préstamo tiene que cumplir o tener, por ejemplo solvencia económica y capacidad de pago, esto el estado de Bush, lo relajó) por lo tanto a dar a sujetos que no tenían capacidad de pago, (cuando pidieron préstamo para comprar casas en EEUU) el Banco no tenia forma de recuperar la plata invertida y tuvieron que cumplir el contrato: embargar sus casas. Y como todo esta interconectado, también afectó a las grandes empresas que no tuvieron la forma de pedir préstamos. Y que al no haber quien les compre (ya que en EEUU no había crédito o dinero suficiente), las ventas cayeron, y además que el mercado mundial esta movido por “valores subjetivos” como dice Hayek, (y por efectos psicológicos). Se vino la crisis mundial, otra cosa habría sido si no hubiese intervenido el estado en la economía. Algo similar estaba sucediendo aquí con la inflación, pero felizmente se frenó.

En general, la libertad económica puede subsistir sin libertad política (un ejemplo es China). Pero sin libertad económica (actualmente) no hay posibilidades que un régimen monárquico (o aristocrático) sobreviva. Si usted propone una monarquía que controle la economía, se verá afectado por el surgimiento “espontáneo” del liberalismo, que a la postre Usted (y es lo paradójico) ayudó (o el rey despótico) a que se forme.

Para Ricardo Milla:

1)Es un poco extraño tu: "no-propuesta-de-vida-buena” que pregonan los liberales. Gamio en un post dijo que era retórica verbal o algo así. Pero lo que dices no tiene sentido. ¿Como es eso de que la: “propuesta de la no imposición de ninguna forma de vida buena es ya una forma de imposición”?. Según dices, que: no p = p (p significaría imposición). Es una contradicción!. Supongo que a imposición te refieres a que un individuo o un grupo (o un estado?), usa actos coercitivos sobre otra persona, grupo o estado. ¿Como puede ser eso que no usar dicha fuerza es usar la fuerza?. ¿Cómo yo, tu etc, úso la fuerza sin usar la fuerza? Sería al mismo nivel que no tirar la pelota es igual a tirar la pelota. ¿No crees que atentas contra el principio de no contradicción de Aristóteles?.

2)Creo que confundes origen con aplicabilidad de los DDHH. Los derechos se derivan de la vida, porque precisamente la vida presenta dichos actos humanos que llevan ha actos irracionales. Es que nacen los derechos. Pues las leyes no son dictadas por un sujeto caprichoso, o arbitrario. Luego que se ha sustentado los derechos entonces hay que aplicar los mismos. Kelsen mantenía que la validez de una norma se derivaría de la efectividad de la misma. Y si no esta no es efectiva entonces es inválida. El derecho positivista nos muestra la esfera de la norma en que se aplica. Pero todas las normas de subordinaban a una “norma fundamental”, (o derecho internacional según Kelsen), que sirven de marco para una “norma nacional” (o constitución). Mas aun no significa que los hechos (o actos humanos), no sean efectivos, no invalidan la norma, en algunos puntos puede ser invalidada pero no en toda. El Derecho de por sí es abstracta, me gustaría saber que derecho no lo es. ¿Y como seria ese Derecho? Lo que me refería con los DDHH es que nosotros hacemos uso de tales derechos cuando ejercemos libremente (sin coacción), la libertad de opinión, de expresión, etc, dentro de un orden jurídico que lo garantice.

El argumento final es:

Si la vida no valída los DDHH entonces los DDHH son inválidas
La vida no valída los DDHH
En consecuencia los DDHH son inválidos.


Luego:

Si la vida no valída los DDHH entonces los DDHH son invalidas
La vida valída los DDHH
En consecuencia los DDHH son válidos

La vida valida los DDHH, y son validas ya que nosotros ejercemos diariamente los mismos, cuando nos expresamos libremente sin restricciones de ningún tipo. Mas aun cuando existe un orden jurídico que nos garantiza dichas libertades. Si no es así entonces habría que criticar los DDHH desde un lugar (puede ser un país monárquico, o donde haya una aristocracia, o el régimen que Usted prefiera) que esté en contra de los DDHH y nos permita dicha critica. Pero sabemos que dichos lugares no existen.


Atte.

Anónimo dijo...

Estimado War Craft

La bomba atómica no puede ser justificable por los mismos principios de la Guerra Justa, al no distinguir entre combatientes y no combatientes.
Y desde la perspectiva del mismo Schmitt, lo que hacen los aliados es definir a japoneses como enmigos de la humanidad, lo cual altera el principio político amigo-enemigo que no tiene carácter moral

Anónimo dijo...

Bismillahi Rahmani Rahim

Estimado Warcraft:

1. Dices: "Los individuos han aceptado libremente estos principios porque les otorgaba, mas posibilidades de autonomía, y autorrealización".

No es así. El liberalismo convulsionó las sociedades tradicionales (o aún relativamente tradicionales) en su lugar de origen, las aplastó. Fue una lucha, y encarnizada. No podemos ocultar la historia.

No fue 'el pueblo' el que se rebeló, despertando de pronto de su larga inconciencia milenaria. Eso que lo digan los marxistas pre-postmodernos.

2. "Si planteamos (los DDHH) como un instrumento al servicio de poderes fácticos, entonces toda idea (o pensamiento filosófico) sería vista como un instrumento, pero de alguna manera son instrumentos."

No es así. Que un régimen funcione con ideas o doctrinas no significa que las ideas o doctrinas per se deban ser 'cínicas'. Pero los DDHH son cínicos, pues dicen universalidad cuando hay centenas de millones (no exagero) de personas que viven en una weltaanschaung no liberal. Dicen universal, cuando es moderno-occidental.

Mira Marruecos, Arabia Saudita, Irak, Afganistán, las guerras 'por la democracia'. He ahí el cinismo.

Descalificar a toda esta visión alterna de la vida como barbarie y no representativa de un otro racional, como inconfesamente late en el liberalismo, es justamente el carácter mortal del liberalismo.

No toda idea es cínica, felizmente. Sólo las que deben su origen genéticamente al caldo de cultivo antireligioso (por más que haya luego religiosos que las acepten, como quien se acuesta con el enemigo pensando que es 'buena gente').

Las ideas que se autopresentan con un origen netamente contingente (como el liberalismo, amén de que tras ese reconocimiento clama universalidad y trascendencia religiosa), sí pueden ser no sólo política sino filosóficamente intrumentales en el más cruel sentido de la tecnología del pensamiento.

Las ideas que se autopresentan como trascendentes al ser humano, reveladas, religiosas, son 'no apropiables' discursivamente por el tirano (dependiendo esto, claro, de la formulación y o grado de concreción específica de la idea religiosa en cuestión, donde hay notables diferencias); a alo sumo, por la fuerza de los hechos, son silenciables. Pero apropiables, es algo distinto.

3. Refiriéndose a la monarquía hereditaria: "tendríamos un régimen fuerte, corrupto, que a la larga originaría, luchas sociales de liberación".

No es así. No hay tal necesidad, me refiero.

Basta observar la larga historia de las monarquías para ver que la revoluciones 'del pueblo' (sic) sólo se hacen posibles con el marco destructor de la religión. De otro modo, la corrección al poder viene ... de la misma familia gobernantes, muchas veces.

4. "Por lo tanto si era justificada la bomba atómica (en caso de los "Aliados")".

Espero que sea una broma o que en todo caso sea una observación externa a modo de formulación de una consecuencia lógica de un análisis del modo de pensar de un sector, pero que no haces tuya.

Y si fuera lo último, en efecto, vemos ahí a las 'necesidades' a que nos lleva el mundo del hombre librado a sí mismo. La democracia.

5. "El individuo es una operación conceptual, o residual.Pero si lo sostiene de esa manera, no habría cabida, ni siquiera para Dios!."

No hablamos de una descripción digamos que sólo epistemológica o de fenomenología husserliana de las ideas, por ponerlo así.

La descripción es la de un actuar concreto, como el que empezó curisamente con la propia Revolución Francesa, cuando quiso hacer tabula rasa de los lazos y nexos socio-culturales previos, llegando con claridad meridiana hasta a formular su parodia de 'arquitectura socio-cultural' con nuevo calendario, nueva religión ... nuevas leyes con valor ex-nihilo. Pretensión de ser 'arquitectos ex-nihilo' que ya denunciaba De Maistre en los revolucionarios cuando decía ¿de qué constitución hablan? ¿acaso creen que por escribir una constitución pueden constituir una sociedad?

Arquitectismo ex-nihilo que volvió a asolar a millones con el comunismo, Pol Pot.

Y que ahora USA intenta en nuevos lugares.

Ese arquitectismo ex-nihilo es lo que se denuncia (no una mera percepción epistemológica neutra del estatus de las ideas, en absoluto). Pues ESO precisó de la creación del sujeto atómico que, como decía de Maistre, aún no he conocido, pues habré conocido a franceses, ingleses, etc., pero al ser humano tal cual, aún no.

6. "La vida valida los DDHH, y son validas ya que nosotros ejercemos diariamente los mismos, cuando nos expresamos libremente sin restricciones de ningún tipo. Mas aun cuando existe un orden jurídico que nos garantiza dichas libertades. Si no es así entonces habría que criticar los DDHH desde un lugar (puede ser un país monárquico, o donde haya una aristocracia, o el régimen que Usted prefiera) que esté en contra de los DDHH y nos permita dicha critica. Pero sabemos que dichos lugares no existen."

Si yo llego a una sociedad necrófaga, que sacrifica seres humanos, etc., no por eso diré que 'como es, debe ser'.

'Está mal, y no debe ser'. ¿Es irracional acaso asumir una postura de denuncia de lo que se cree erróneo?

Y que no pueda aún ver una sociedad libre de los defectos que se denuncian no invalida el acto de habla de denunciarlos, incluso si legalmente estoy constreñido a una cierto actuar.

Francamente, no veo el punto del 'como estás aquí, consiente o si no vete'.

7. "Pero sabemos que dichos lugares no existen."

Pues sí existen.

Slds.,

Nureddín

 
VISITANTES
Contador
 
VISITANTES EN LINEA
tracker
 
ESTOY EN