Víctor Samuel Rivera

Víctor Samuel Rivera
El otro es a quien no estás dispuesto a soportar

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Doctor en filosofía. Magíster en Historia de la Filosofía. Miembro de la Sociedad Peruana de Filosofía desde 1992. Crío tortugas peruanas Motelo y me enorgullezco de mi biblioteca especializada. Como filósofo y profesor de hermenéutica, me defino como cercano a lo que se llama "hermenéutica crítica y analógica". En Lima aplico la hermenéutica filosófica al estudio del pensamiento peruano y filosofía moderna. Trabajo como profesor de filosofía en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; he trabajado en Universidad Nacional Federico Villarreal desde 2005. He sido profesor en la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima hasta 2014. He escrito unos sesenta textos filosóficos, de historia de los conceptos, filosofia política e historia moderna. Tengo fascinación por el pensamiento antisistema y me entusiasma la recuperación de la política desde el pensamiento filosófico. Mi blog, Anamnesis, es un esfuerzo por hacer una bitácora de filosofía política. No hago aquí periodismo, no hago tampoco análisis político de la vida cotidiana- De hecho, la vida cotidiana y sus asuntos no son nunca materia del pensamiento.

lunes, 23 de mayo de 2011

Unas palabras sobre el proceso electoral


El proceso electoral
Diagnóstico de mi sí a Keiko


Víctor Samuel Rivera



El Perú lleva diez años de éxito económico, pero una razón muy profunda, de esas que los analistas no pueden explicar, sugiere un cambio radical en este país. Mientras los Estados Unidos y la Unión Europea van camino del desastre, las cifras macroeconómicas del Perú son casi tan buenas como las de la China. Si le creyéramos a las fuentes de conocimiento financiero y a los periódicos, que son como sus bocinas, habría que imaginarse que hay en el Perú una bonanza que bien anhelarían los súbditos de los reinos de Marruecos o Jordania. Y como de economía sé poco, me limito a exponerte el diagnóstico social por los resultados electorales de la primera vuelta. Hubo tres camdidatura "normales" y dos "anormales". Califico de "anormales" a las que van acompañadas de algún sentimiento excepcional de incertidumbre y entusiasmo (u odio) y que implican un riesgo social. Los "normales" tienden a arriesgar cero. Desde esta terminología parakuhneana, pasaremos a distinguir entre sectores de representación "burgueses" (normales) y "populares", anormales y no burgueses. En la primera vuelta, los partidos burgueses, de derecha e izquierda, con tres candidaturas, no totalizaron juntos ni el 45 % de los votos válidos. Los partidos populares, esto es, los “incorrectos” políticamente hablando, tuvieron sumados, un triunfo manifiesto con todo el porcentaje restante.

Los partidos burgueses representaban en términos políticos el presunto boom económico del Perú. Si una cosa queda clara es que ese boom no es lo que ven los actores sociales tomados electoralmente. Las dos candidaturas populares juntas hacen 55 % frente al 45% de los burgueses. Si asumimos lo que representan en contra del mundo burgués, es evidente que se parecen mucho, tienen la misma clientela primaria y expresan, por tanto, los mismos intereses. Son los intereses rurales, pobres económicamente (eso que con tanta donosura llama la burguesía "los excluidos", mientras ellos, los privilegiados, se atragantan con champaña). Es evidente lo que el poblador medio piensa sobre el supuesto despegue económico del Perú y, de pasada, de los que los llaman "excluidos". Si pensara diferente, nunca hubiera puesto la balanza en favor de los candidatos que lo representan en la peor de sus facetas: la de su fracaso. En esta clase de materias, prefiero creerle a los votantes que a los periódicos. El voto incorrecto define la naturaleza del voto en general, es el voto predominante y es, por lo mismo, la verdad del voto.


En relación con la bonanza económica y el modelo económico. El 55% cree que el modelo económico no es bueno. Cree que el gobierno actual es necesariamente malo, pues representa el modelo que ha rechazado en las tres versiones en que se ha reproducido. Y no se trata sólo de una opción relativa a la economía. Se trata atmbién de una cuestión relativa a las ideas políticas y la concepción de los valores políticos de los que mandan. Pero los partidos burgueses son también los más explícitamente “liberales”. Representan lo más cercano a las ideas políticas del "pensamiento único". El que es casi el retrato del pensamiento único es el candidato de los liberales de izquierda o socialdemócratas, Alejandro Toledo. Un indígena cuyos funcionarios eran por regla general unos clásicos tipológicos de la raza blanca. Se decía amigo de Georges Bush y se fotografiaba a su lado hasta unos meses antes de la quiebra financiera de Estados Unidos. Mientras todo indicaba la quiebra inminente del mundo liberal, este hombre era más pro norteamericano que nunca. En pleno surgimiento de Rusia y la China como potencias mundiales, y mientras la violencia norteamericana cubría de sangre las páginas internacionales, Toledo se apegaba con ardor al modelo político y económico Bush. Este hombre, un alcohólico y toxicómano irremediable se consideraba el candidato de lo que llaman aquí –que parece sarcasmo- el “modelo”, nunca superó el 30% de las preferencias, y al final quedó en cuarto lugar, con sus peores enemigos delante de él. Apenas logró el 15% de los votos válidos, en un contexto de importante número de votos nulos o viciados. El primer diagnóstico es que el pensamiento burgués fue repudiado (una vez más) por el pueblo. Puso primero a un militar antisistema, homofóbico, con un par de intentonas de golpe de Estado (32%); luego a la hija de quien casi un 50% de la población considera un exdictador y un criminal (24%), en tercer lugar a un candidato que representaba la alianza de los sectores políticos opulentos modernos, más el voto religioso, de los católicos y los protestantes (19%). Frente al minúsculo 15% de Toledo, obviamente, lo que los votantes rechazaron no era sólo el modelo económico. También eran las ideas políticas del pensamiento único.

Los votantes pusieron en primer lugar al candidato chavista, de quien sabemos tiene las mismas pretensiones que los vecinos de Venezuela y Bolivia. Una dictadura popular perpetua con control de la prensa y reelección indefinida. En segundo lugar colocaron a la hija de Fujimori, cuyo gobierno fue uno de los aliados estratégicos de Chávez contra Estados Unidos. De ninguno de ellos puede decirse que es “demócratico” en el sentido en que lo son los seguidores desenfocados de la “tercera vía”. En realidad Humala y Fujimori son todo lo contrario. Ambos, tanto Humala como Fujimori no sólo son modelos de autoritarismo y populismo. En ambos se revela un espectro de apoyo en los sectores vinculados a la milicia. Y buscan o cuentan también con el apoyo de la Iglesia. El primero lo hizo explícitamente, con un rosario en la mano, yendo a la pila bautismal de la Catedral de Lima, donde el Arzobispo de Lima. En esa ocasión remeció a los diarios, pues, contra todo pronóstico, rechazó las agendas gay. Fue el primer candidato en atreverse a hacerlo, y luego hubieron de seguirlo los demás. El movimiento antigay en el Perú, aunque no existe, es enorme. Una encuesta un mes antes de la elección reveló que el 75% de los votantes rechaza las agendas gay y de hecho esta postura antihomosexual fue determinante es el éxito de la campaña electoral del chavista.

Fujimori está literalmente embarcada en un entorno religioso. Tiene como vicepresidente a uno de los políticos más importantes del Opus Dei en el Perú, Rafael Rey Rey. Es como si la Providencia hubiera coronado en el apellido la lealtad religiosa del personaje. De Keiko Fujimori se conoce que goza personalmente de la simpatía del clero y durante la campaña fue uno de los candidatos que más presencia hizo en espacios religiosos. Son abundantes sus fotografías rezando ante imágenes populares. Literalmente, la imagen contraria de los candidatos socialdemócratas, que enarbolaban la agenda del “Estado laico”. En mi opinión, uno de los más grandes errores de la gente correcta en estas elecciones peruanas de 2011. La parlamentaria más representativa de Fujimori, como su vicepresidente, pertenece también al Opus Dei. Por razones que Joseph de Maistre explicaría mejor que yo, esa señora se apellida Chávez, de tal manera que es una gran verdad lo que se ha dicho ya: que hay dos candidatos “chavistas”. Una gran verdad metafísica.

Aparte de las cuestiones de lo políticamente correcto, el tema más candente es la situación de la causa verdadera del presunto boom económico peruano. Los contratos con las empresas de extracción de recursos naturales, que exportan gas natural, cobre y oro, fundamentalmente a la China. Por lo general, las empresas hicieron sus contratos de extracción con el Estado durante los regímenes “correctos” y “democráticos” de Valentín Paniagua y el indígena Alejandro Toledo, con evidente perjuicio para el pueblo u los intereses del Perú. Estos contratos han permitido que los ingresos de las empresas se hayan incrementado docenas de veces desde su firma, sin que eso haya significado gran cosa para los pobladores del país, en un contexto de resistencia popular y sublevaciones, muchas de ellas con tristes desenlaces. Una impunidad insultante ha venido maquillando esa situación intolerable con una retórica de políticas de diálogo e inclusión en agendas de derechos, aunque sin modificar en nada los ingresos de las susodichas empresas. Muchos derechos e inclusión, pero de modificación de contratos, naca la pirinaca. El campo del Perú se daña ecológicamente; las tierras se hacen inútiles para el futuro mientras una minoría excluyente, cuyos labios están balbuceantes de derechos, disfrutan de la fortuna residual en los opulentos balnerarios de la costa de Lima. Los tratos son leoninos, y por mucho menos se hubieran frenado en Venezuela, Rusia o cualquier país normal. En Chile, el vecino neoliberal y conservador, el Estado administra la empresa de extracción de cobre, la causa y el soporte de la riqueza y el desarrollo de ese país. La bandera del programa de Ollanta es la renegociación con las empresas mineras. Apenas descubrirse como elegida para la segunda vuelta electoral, Keiko Fujimori mostró también su interés en el tema. Es un consenso ahora que la explotación criminal de las mineras ha llegado a su fin. No importa quién de los dos candidatos populares gane, inexorablemente se ha de renegociar los contratos mineros firmados en la época del “modelo”.


No podría votar ahora por Ollanta Humala. En primer lugar porque no hay nada en él que no sea posible también por la hija del preso. En segundo lugar, porque Humala ha hecho en la actualidad una alianza con los sectores que respaldan a Alejandro Toledo. Votar hoy por Humala es hacerlo por aquel cuya afición a la bebida debe haber influenciado en su más que desastroso gobierno anterior, que regaló el Perú a los intereses empresariales, dejando en manos de pocos lo que por derecho debe atender a los peruanos. Humala más Toledo es Toledo, la gente, las tácticas, el lenguaje que ha vendido/regalado el Perú. Humala viene además con una confusa multitud de agendas cruzadas, con un alto nivel de ideologización cuyas consecuencias en el mediano plazo son imprevisibles. Diversos “colectivos” de organismos pro-Humala han iniciado una ola de ataques violentos contra políticos y medios de prensa, que dejan una estela de pánico e incertidumbre que bien haríamos en eliminar ahora, que es más fácil. Hace unos días agredieron al futuro Presidente del Congreso y fue famosa, y lo será por siempre, la agresión incalificable de una multitud de 60 matones que, al más triste estilo fachista, golpeó a uno de los más notables periodistas del Perú, Jaime d’Althauss. Una inmensa presión social ha frenado estas agresiones, pero no se puede eliminar en cambio su significado, lo que éstas representan: la ideología del pensamiento único y el nihilismo.

Votaré por Keiko Fujimori. Voy a imaginar que no ten
go nada en favor de ella, pero los argumentos que tengo contra Humala me bastan. Votar por Humala significa poner en riesgo el régimen político. No el “modelo” político o económico, que va a ser cambiado de todas maneras, sino la continuidad del régimen electoral tal y como ahora lo conocemos, dado el ejemplo inocultable de Venezuela, Ecuador y Bolivia. Se trata del fin de la democracia electoral y su reemplazo por un régimen personal de excepción indefinida. Esto último me hubiera parecido no sólo útil, sino también necesario en una alternativa frente a una candidatura burguesa. Creo que no hubiera sido sólo mi criterio, sino el del al menos el 55% de votantes que han optado en la primera vuelta por una alternativa popular. En el caso presente, sin embargo, cuando un candidato popular se enfrenta a otro que también lo es, el cálculo racional nos indica que es preferible no llevar la danza de los cambios tan lejos como ha ocurrido en esos países, cuya economía y cuyo equilibrio político los conduce, al parecer inexorablemente, a una suerte de tiranía que, por ser de izquierda, no reúne sin embargo argumentos suficientes para abismarse en su futuro. El riesgo es una experiencia inevitable en este caso. Y sin riesgo, no hay salvación. Claro, no con tanto riesgo. No con el riesgo de ver aquí las experiencias trágicas de Ecuador o Bolivia, donde la burguesía parásita es la única que nunca pierde.

A los riesgos los llammos los hermeneutas "emergencias", o "novedades" del Ser. Yo soy de los que aceptan el sí del Ser. El voto a Ollanta es un voto de temor. Del justo temor de los intelectuales "normales" que no están dispuestos a poner en riesgo su propia seguridad, que juzgo que es, además, fundamentalmente una seguridad económica. Pero aquí el Ser se expande en el pueblo, a cuya inteligencia me atengo. En todos los casos posibles.

jueves, 19 de mayo de 2011

Peter Burke / Video conferencia en Lima



Peter Burke en Lima

Video conferencia


Universidad Nacional Federico Villarreal

Miércoles 18 de mayo de 2011

Facultad de Humanidades
Universidad Nacional Federico Villarreal
Dirección: Av Colmena Izquierda s/n, Lima



El historiador británico Peter Burke dará una video conferencia en la que abordará el tema de la historia sociocultural del conocimiento. Burke es ampliamente conocido por sus trabajos sobre cultura e historiografía, temas a los que ha dedicado numerosos libros y artículos, que han sido traducidos al español. En el Perú es conocido por sus trabajos sobre la cultura popular en la Edad Media así como por su libro sobre los Annales. En menor medida, ha sido leído por su investigación sobre la fabricación de la imagen de Luis XIV. Sus estudios sobre historia cultural y, en particular, uno de sus últimos libros, co-escrito con su esposa, sobre Gilberto Freyre, han circulado menos.

Los aportes de Burke están referidos principalmente al campo de las posibilidades de los historiadores y cómo ampliar las herramientas metodológicas de la historia sobre todo por medio de su contacto con otras disciplinas. Varios de sus libros se dedican precisamente a este tema, desde su clásico Formas de hacer historia hasta el ya mencionado sobre Freyre. Su presencia virtual en Lima es resultado del esfuerzo de un grupo de jóvenes colegas, que han conformado un grupo de investigación por medio del cual se han venido realizando numerosas actividades en los últimos meses.

Organiza: Cidehmer

sábado, 14 de mayo de 2011

¿Y si es tu culpa caviar? Carlos Meléndez



Saturday, May 14, 2011
¿Y si es tu culpa, caviar?

Carlos Meléndez

Medio Lima ya se ha rasgado las vestiduras por el desenlace de segunda vuelta. Ya nos hemos sentido un poquito mejor echándole la culpa a Alan, al modelo neoliberal, a la falta de redistribución, a la historia de exclusión y desigualdad, a Francisco Pizarro, a Sarita Colonia. Yo también lo he hecho. Confesión de parte. Ojo: no es fácil echarle la culpa a la derecha, a los empresarios, a Toledo o a PPK que no están a la altura del momento histórico para declinar faltando horas a ser candidato presidencial. Se requiere de mucha valentía para enfrentarse al establishment económico y decirles (aunque no te lean o te escuchen) que tienen la responsabilidad de que Huancavelica vote por Humala y Perú (Nebraska) por Gastón.

Pero pensando con frialdad el asunto, en realidad los caviares acaban teniendo su cuota significativa de responsabilidad con el escenario entre "el cáncer y el sida" (Premio Nobel dixit) que afrontamos. En primer lugar, la exclusión política al fujimorismo durante la transición (fuera del Acuerdo Nacional, desaforo de sus congresistas, etc.) permitió que los seguidores del ex presidente convirtieran la marginación en su capital político para construir la mística del perseguido; e interpretar la justicia (merecida condena contra AF) como una revancha de sus enemigos políticos.

Pero sobre todo condujeron la agenda de la construcción de instituciones democráticas y de la defensa de los derechos humanos a un nivel elitista. Durante casi veinte años, con recursos procedentes de fuentes internacionales, la necesaria agenda por la democracia en manos caviares no caló en el público objetivo que anunciaban retóricamente en sus proyectos. Sino ¿por qué entonces gran parte del elector peruano no le hace ascos a votar por el fujimorismo si éste representa un retroceso en términos de justicia y democratización? Si hubieran dirigido y diseñado intervenciones inteligentes y populares, la causa democrática (si es que existe) no estaría encerrada entre las butifarras de su café favorito.



Los candidatos de menos credenciales democráticas pasaron a la segunda vuelta porque la democracia, los derechos humanos, la justicia lastimosamente no importan. Y no se me indigne más estimado caviar, porque fueron ustedes los que han llevado esta agenda en sus manos (y recursos no les ha faltado). Y ahora se ponen del lado de un candidato, en vez de cuestionar por igual la tentación autoritaria de los dos. Al hacerse los giles con respecto a Humala (y hasta endosarlo), sabotean sus propias convicciones democráticas. No sólo hacen de la defensa de los derechos humanos una causa elitista, sino convenida, interesada; y así inútil. Por tanto buscar su memoria con vista al mar, terminan dando la espalda al país.

Publicado en Correo, 14 de Mayo del 2011.

Tomado de El Jorobado de Notre Dame

Subrayados en negrita: Son míos.

No podría estar más de acuerdo con Carlos. La civiconería o caviarada ha demostrado su más absoluta imbecilidad para entender y diagnosticas los problemas y las necesidades nacionales. Por ello sus pronósticos son también nulos. Mucha "indignación", mucho apego por "la verdad", pero mucho amor también al oportunismo, el dinero y la buena vida. En particular, una obsesión satánica por "la verdad" incapacita a las clases pensantes burguesas para comprender a los actores sociales, sus necesidades y a sus intereses, incluidos los suyos propios. En buena hora. El vicio tiene su fin en sí mismo.

Es evidente que nos referimos a los "cívicos" o caviares como una corporación social, y no como un conjunto numérico de personas. Muchos caviares efectivos son mis amigos. El reproche de Carlos al que me uno tiene que ver con el uso social de la inteligencia, al que el fanatismo, el egoísmo y la hipocresía ha hecho nula en relación con la realidad. Pero me alegro, pues gane quien gane, voy a tener muchas razones para sonreirme los próximos cinco años. Y conmigo el pueblo y sus instituciones más representativas y esenciales.

Ah. Y si "medio Lima" (esto es, la gentita aristocrática, esa minoría insignificante cuyos intereses hoy están en juego) apoya a Ollanta, son seguras dos cosas: que Ollanta va a perder, y que Ollanta está mal.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Carolina Armenteros y Richard A. Lebrun: Joseph de Maistre and the Legacy of Enlightenment (2011)


Obra nueva sobre el Conde Joseph de maistre

Nueva obra histórica sobre el Conde Joseph de Maistre en lengua inglesa
Joseph de Maistre and the legacy of Enlightenment
Volume: SVEC 2011 :01
Series editor: Jonathan Mallinson
Volume editor(s): Carolina Armenteros and Richard A. Lebrun

Date of publication: January 2011

Pagination: x + 254 pp., pb (broché)

Price: £60.00 / €68 / $96

ISBN-13: 978-0-7294-1008-3

Description: Although Count Joseph de Maistre has long been regarded as characterising the Counter-Enlightenment, his intellectual relationship to eighteenth-century philosophy remains unexplored. In this first comprehensive assessment of Joseph de Maistre’s response to the Enlightenment, a team of renowned scholars uncover a writer who was both the foe and heir of the philosophes. While Count de Maistre was deeply indebted to thinkers who helped to fashion the Enlightenment – Rousseau, the Cambridge Platonists – he also agreed with philosophers such as Schopenhauer who adopted an overtly critical stance. His idea of genius, his critique of America and his historical theory all used ‘enlightened’ language to contradict Enlightenment principles. Most intriguingly, and completely unsuspected until now, Maistre used the writings of the early Christian theologian Origen to develop a new, late, religious form of Enlightenment that shattered the logic of philosophie.

The Joseph de Maistre revealed in this book calls into question any simple opposition of Enlightenment and Counter-Enlightenment, and offers particular lessons for our own time, when religion is at the forefront of public debate and a powerful political tool.

Index:

Carolina Armenteros and Richard A. Lebrun, Introduction
I. Polemics of the Counter-Enlightenment
Darrin M. McMahon, The genius of Maistre
Joseph Eaton, ‘This babe-in-arms’: Joseph de Maistre’s critique of America
Jean-Yves Pranchère, The negative of the Enlightenment, the positive of order and the impossible positivity of history
II. Makers and heirs of the Enlightenment
Philippe Barthelet, The Cambridge Platonists mirrored by Joseph de Maistre
Carolina Armenteros, Maistre’s Rousseaus
Yannis Constantinidès, Two great enemies of the Enlightenment: Joseph de Maistre and Schopenhauer
III. Maistrian afterlives of the theological Enlightenment
Douglas Hedley, Enigmatic images of an invisible world: sacrifice, suffering and theodicy in Joseph de Maistre
Emile Perreau-Saussine, Why Maistre became Ultramontane
Aimee E. Barbeau, The Savoyard philosopher: deist or Neoplatonist?
Elcio Vercosa Filho, The pedagogical nature of Maistre’s thought
Carolina Armenteros, Conclusion
Summaries
Bibliography
Index
 
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