Víctor Samuel Rivera

Víctor Samuel Rivera
El otro es a quien no estás dispuesto a soportar

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Doctor en filosofía. Magíster en Historia de la Filosofía. Miembro de la Sociedad Peruana de Filosofía desde 1992. Crío tortugas peruanas Motelo y me enorgullezco de mi biblioteca especializada. Como filósofo y profesor de hermenéutica, me defino como cercano a lo que se llama "hermenéutica crítica y analógica". En Lima aplico la hermenéutica filosófica al estudio del pensamiento peruano y filosofía moderna. Trabajo como profesor de filosofía en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; he trabajado en Universidad Nacional Federico Villarreal desde 2005. He sido profesor en la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima hasta 2014. He escrito unos sesenta textos filosóficos, de historia de los conceptos, filosofia política e historia moderna. Tengo fascinación por el pensamiento antisistema y me entusiasma la recuperación de la política desde el pensamiento filosófico. Mi blog, Anamnesis, es un esfuerzo por hacer una bitácora de filosofía política. No hago aquí periodismo, no hago tampoco análisis político de la vida cotidiana- De hecho, la vida cotidiana y sus asuntos no son nunca materia del pensamiento.

sábado, 14 de mayo de 2011

¿Y si es tu culpa caviar? Carlos Meléndez



Saturday, May 14, 2011
¿Y si es tu culpa, caviar?

Carlos Meléndez

Medio Lima ya se ha rasgado las vestiduras por el desenlace de segunda vuelta. Ya nos hemos sentido un poquito mejor echándole la culpa a Alan, al modelo neoliberal, a la falta de redistribución, a la historia de exclusión y desigualdad, a Francisco Pizarro, a Sarita Colonia. Yo también lo he hecho. Confesión de parte. Ojo: no es fácil echarle la culpa a la derecha, a los empresarios, a Toledo o a PPK que no están a la altura del momento histórico para declinar faltando horas a ser candidato presidencial. Se requiere de mucha valentía para enfrentarse al establishment económico y decirles (aunque no te lean o te escuchen) que tienen la responsabilidad de que Huancavelica vote por Humala y Perú (Nebraska) por Gastón.

Pero pensando con frialdad el asunto, en realidad los caviares acaban teniendo su cuota significativa de responsabilidad con el escenario entre "el cáncer y el sida" (Premio Nobel dixit) que afrontamos. En primer lugar, la exclusión política al fujimorismo durante la transición (fuera del Acuerdo Nacional, desaforo de sus congresistas, etc.) permitió que los seguidores del ex presidente convirtieran la marginación en su capital político para construir la mística del perseguido; e interpretar la justicia (merecida condena contra AF) como una revancha de sus enemigos políticos.

Pero sobre todo condujeron la agenda de la construcción de instituciones democráticas y de la defensa de los derechos humanos a un nivel elitista. Durante casi veinte años, con recursos procedentes de fuentes internacionales, la necesaria agenda por la democracia en manos caviares no caló en el público objetivo que anunciaban retóricamente en sus proyectos. Sino ¿por qué entonces gran parte del elector peruano no le hace ascos a votar por el fujimorismo si éste representa un retroceso en términos de justicia y democratización? Si hubieran dirigido y diseñado intervenciones inteligentes y populares, la causa democrática (si es que existe) no estaría encerrada entre las butifarras de su café favorito.



Los candidatos de menos credenciales democráticas pasaron a la segunda vuelta porque la democracia, los derechos humanos, la justicia lastimosamente no importan. Y no se me indigne más estimado caviar, porque fueron ustedes los que han llevado esta agenda en sus manos (y recursos no les ha faltado). Y ahora se ponen del lado de un candidato, en vez de cuestionar por igual la tentación autoritaria de los dos. Al hacerse los giles con respecto a Humala (y hasta endosarlo), sabotean sus propias convicciones democráticas. No sólo hacen de la defensa de los derechos humanos una causa elitista, sino convenida, interesada; y así inútil. Por tanto buscar su memoria con vista al mar, terminan dando la espalda al país.

Publicado en Correo, 14 de Mayo del 2011.

Tomado de El Jorobado de Notre Dame

Subrayados en negrita: Son míos.

No podría estar más de acuerdo con Carlos. La civiconería o caviarada ha demostrado su más absoluta imbecilidad para entender y diagnosticas los problemas y las necesidades nacionales. Por ello sus pronósticos son también nulos. Mucha "indignación", mucho apego por "la verdad", pero mucho amor también al oportunismo, el dinero y la buena vida. En particular, una obsesión satánica por "la verdad" incapacita a las clases pensantes burguesas para comprender a los actores sociales, sus necesidades y a sus intereses, incluidos los suyos propios. En buena hora. El vicio tiene su fin en sí mismo.

Es evidente que nos referimos a los "cívicos" o caviares como una corporación social, y no como un conjunto numérico de personas. Muchos caviares efectivos son mis amigos. El reproche de Carlos al que me uno tiene que ver con el uso social de la inteligencia, al que el fanatismo, el egoísmo y la hipocresía ha hecho nula en relación con la realidad. Pero me alegro, pues gane quien gane, voy a tener muchas razones para sonreirme los próximos cinco años. Y conmigo el pueblo y sus instituciones más representativas y esenciales.

Ah. Y si "medio Lima" (esto es, la gentita aristocrática, esa minoría insignificante cuyos intereses hoy están en juego) apoya a Ollanta, son seguras dos cosas: que Ollanta va a perder, y que Ollanta está mal.

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