Víctor Samuel Rivera

Víctor Samuel Rivera
El otro es a quien no estás dispuesto a soportar

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Doctor en filosofía. Magíster en Historia de la Filosofía. Miembro de la Sociedad Peruana de Filosofía desde 1992. Crío tortugas peruanas Motelo y me enorgullezco de mi biblioteca especializada. Como filósofo y profesor de hermenéutica, me defino como cercano a lo que se llama "hermenéutica crítica y analógica". En Lima aplico la hermenéutica filosófica al estudio del pensamiento peruano y filosofía moderna. Trabajo como profesor de filosofía en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; he trabajado en Universidad Nacional Federico Villarreal desde 2005. He sido profesor en la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima hasta 2014. He escrito unos sesenta textos filosóficos, de historia de los conceptos, filosofia política e historia moderna. Tengo fascinación por el pensamiento antisistema y me entusiasma la recuperación de la política desde el pensamiento filosófico. Mi blog, Anamnesis, es un esfuerzo por hacer una bitácora de filosofía política. No hago aquí periodismo, no hago tampoco análisis político de la vida cotidiana- De hecho, la vida cotidiana y sus asuntos no son nunca materia del pensamiento.
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martes, 19 de octubre de 2021

Pensar desde el mal. Hermenéutica en tiempos de Apocalipsis.

Pensar desde el mal. Hermenéutica en tiempos de Apocalipsis Lima: Fondo Editorial del Congreso del Perú, 2021, 374 pp. 

El presente libro es un conjunto de diez ensayos de hermenéutica filosófica redactados en un arco de tiempo definido, entre 2014 y 2017, aproximadamente. Corresponden con un segmento de la obra académica del autor, el único experto peruano en esta clase de discurso filosófico. Texto altamente crítico de los valores hegemónicos del mundo de consenso liberal o “pensamiento único”, constituye un desafío polémico para las creencias básicas de una sociedad basada en la producción inútil, el ensalzamiento de la banalidad y el florecimiento institucional de la corrupción. El autor escribe en diálogo osado con Gianni Vattimo, autor básico de la hermenéutica política que sostiene la irrelevancia del mal en la agenda de la filosofía, a lo que debe la obra su título. 

ISBN 978-612-4329-67-8 
Pensar desde el mal hermenéutica en tiempo de Apocalipsis 
Autor:Rivera, Víctor Samuel 
Editorial:Congreso de la República Materia:Ética (Filosofía moral) 
Público objetivo:Profesional / académico 
Publicado:2021-07-28 
Número de edición:1 
Número de páginas:374 Tamaño:15.5x23.5cm. 
Encuadernación:Tapa dura o cartoné 
Soporte:Impreso Idioma:Español

De venta hoy en las principales librerías de Lima   





jueves, 17 de noviembre de 2016

Homenaje a Gianni Vattimo/ Seminario en UNMSM

La hermenéutica comunista de Gianni Vattimo

Seminario de Homenaje por los 80 años de su nacimiento

Las sesiones son en la Facultad de Letras
Universidad Nacional Mayor de San Marcos




Salón 5C/ Tercer piso

jueves, 31 de diciembre de 2015

Apocalipsis, misterio y profecía. Gianni Vattimo y al política de lo invisible






Tengo el inmenso gusto de presentar mi texto "Apocalipsis, misterio y profecía. Gianni Vattimo y al política de lo invisible", Enfoques (Universidad Central de Chile), XVI, 23 (2015), 11-29

Para acceder al texto, aplastar la imagen del Emperador Inca Huayna Capac

sábado, 29 de agosto de 2015

Hermenéutica y violencia. Mi última publicación (Colombia)

Nueva publicación:

Hermenéutica y violencia. Reflexiones a partir de Comunismo hermenéutico de Gianni Vattimo y Santiago Zabala, Ideas y valores. Revista colombiana de Filosofía, Vol. 64, N° 158, 2015, pp. 319-336.

Para su acceso en versión pdf, aplastar abajo del ícono de la revista.

lunes, 6 de julio de 2015

Esperando a los bárbaros (reseña)


Víctor Samuel Rivera
Universidad Nacional Federico Villarreal (Lima, Perú)

Gianni Vattimo (1936- ) es el más prolífico, llamativo e interesante de cuantos suscriptores haya tenido el pensamiento posmoderno, y aquél en cuya interpretación la hermenéutica filosófica ha alcanzado mayor radicalidad. Dentro de una perspectiva deseada por el autor mismo, crítico audaz del liberalismo, ha dirigido la tradición heredada de Hans-Georg Gadamer y Martin Heidegger hacia una posición filosófico-política de radicalismo de izquierda. La hermenéutica, un pensamiento cuyas raíces se hallan comprometidas con el cuestionamiento del proyecto normativo ilustrado y se ligan con la revolución conservadora alemana, ha terminado intentando articular un posible lenguaje social para la izquierda anticapitalista posmoderna (aunque no sólo para ella). El filósofo de Turín, traductor de Hans-Georg Gadamer al italiano y estudioso de Martin Heidegger y Friedrich Nietzsche, alcanzó notoriedad intelectual definitiva como teórico del pensamiento débil y la posmodernidad, primero con El pensamiento débil (1983)[1] y luego con El fin de la modernidad (1985)[2] y Ética de la interpretación (1989)[3]. Fue profesor de Estética en la Universidad de Turín durante casi cuatro décadas; su retiro de la docencia universitaria dio ocasión a la disertación Del diálogo al conflicto (2008)[4], que marca un desplazamiento en su concepción de la hermenéutica; este discurso constituye la incorporación del turinés como lector filosófico de los cambios sociales y las transformaciones históricas. Esperando a los bárbaros acentúa un paso de Del diálogo al conflicto: desde un diagnóstico estetizante y dionisiaco posmoderno a la articulación de un lenguaje ontológico orientado a la interpretación de la resistencia y la subversión antiliberal. Éste es el horizonte para Esperando a los bárbaros.

La hermenéutica de Vattimo ha evolucionado desde un nihilismo radical, de disolución universal del sentido humano en la estética y la autorrealización narcisista, a ser la voz de los invisibles que padecen ese mismo proceso como una violencia: de la conformidad estética en un mundo de interpretaciones divergentes (y “débiles”) a la expectativa por lo nuevo en la historia, la “ontología del evento”[5]. Esperando a los bárbaros es parte de una trilogía impresa en Buenos Aires como proyecto editorial de la Federación de Docentes Universitarios (Fedun). Esperando a los bárbaros es la segunda y más novedosa entrega de esa trilogía, de la que forman parte De la realidad a la verdad[6] y Dios es comunista[7]. Se trata de un conjunto de conferencias y entrevistas ofrecidas en diversas visitas a la República Argentina que relacionan a Vattimo con el mundo público culto “peronista” de ese país (pág. 11), aunque también con los lenguajes sociales allí donde alcanza la influencia de su obra, una influencia cuya geografía en este caso es decisiva.

Vattimo, fuera de su Italia natal, ha logrado su mayor acogida como filósofo, la mayor difusión editorial, lectoría, participación en revistas, eventos académicos y colaboración de prensa, en el mundo hispanoamericano. Esta influencia se halla más acentuada en España, donde es colaborador del diario liberal-izquierdista El País y se encuentra la mayoría de sus publicaciones en lengua hispana; también su influencia es muy pronunciada en la Argentina y el Perú. Este vínculo hispanoamericano se ha visto reforzado por un compromiso explícito con aquellos procesos políticos de la región que han sido contestatarios en los últimos años del régimen económico, político y militar global del pensamiento único (pág. 63)[8]. Como se sabe, “pensamiento único” es una expresión creada por el publicista Ignacio Ramonet en 1995 para referirse al contexto histórico global posterior a la caída del muro de Berlín y el fin de la Guerra Fría; designa el predominio consecuente del liberalismo político y económico (esto es, el capitalismo) luego de la autodisolución del comunismo. Esta hegemonía liberal ha sido denunciada por el turinés siguiendo una interpretación de Heidegger que permite reconocer en este fenómeno un horizonte de violencia metafísica[9]: contra los pueblos subordinados, contra “los invisibles y los silenciados” (pág. 71). El filósofo de Turín parece situar la hermenéutica como un compromiso ético y político con el evento, que acontece en la disidencia y la subversión social e histórica contra la imposición metafísica del liberalismo, especialmente en su faceta latinoamericana.

La plasmación hispano-latinoamericana del compromiso de Vattimo puede documentarse en Comunismo hermenéutico (2011)[10], obra conjunta con Santiago Zabala, orientada explícitamente para dar sustento filosófico a los procesos políticos disidentes del pensamiento único en la América Española; esa obra tiene como antecedente a Ecce comu, libro impreso en honor a Fidel Castro (2006)[11]. Argentina es uno de los lugares de mayor acogida de esta filosofía comprometida. No resulta nada casual la reimpresión con variantes de Ecce comu en Buenos Aires en 2009[12]; esta publicación inspiró parcialmente las Jornadas Internacionales de Hermenéutica, organizadas desde ese año hasta el presente de manera bienal por la Universidad de Buenos Aires. El compromiso entre la hermenéutica filosófica y los procesos políticos disidentes en América Latina, así como su recepción calurosa “peronista” en la Argentina explican la publicación en Buenos Aires de la trilogía que Esperando a los bárbaros integra; el Fedun no es una editorial académica, sino parte del aparato de difusión de un organismo sindical. Pero detrás de la influencia social y el interés político que las obras de Vattimo despiertan subyace un tema central de significado filosófico. Se trata de “el caso Heidegger”, una polémica sobre el compromiso político del maestro de Alemania que ha revestido inusual actualidad en la academia luego de la aparición parcial de los Cuadernos negros del autor alemán en 2014[13], texto cuya impresión esperaba inquieta la comunidad académica desde meses atrás; estos Cuadernos negros ofrecerían nuevas “pruebas” de lo obvio: del pensar comprometido de un autor en su contexto social. Las implicaciones de “el caso Heidegger” son relevantes porque se halla detrás de ellas la concepción de la racionalidad que la hermenéutica sostiene[14] y que Vattimo, desde el giro de Del diálogo al conflicto, opone al pensamiento único y la metafísica liberal. ¿Exige esto una ponderación del grado de “conflicto” que la ontología del evento acarrea? ¿Cuánto riesgo corren los intérpretes sociales de la hermenéutica?

Mientras los sindicatos de Buenos Aires difunden la obra del turinés, es sintomático que la comunidad filosófica haya guardado un prudente silencio sobre textos recientes de contenido político de Vattimo, en particular con Ecce comu pero, aún más, con Comunismo hermenéutico. Este silencio se relaciona con la versión aplicativa, “peronista” o “bolivariana”, con el interés y uso políticos que revisten ambas obras. En la hermenéutica en general, pero con claridad indiscutible desde Hans-Georg Gadamer, la comprensión no va desligada de la aplicación[15], esto es, de la capacidad de transferir los conceptos del filósofo a la interpretación y el compromiso con situaciones humanas concretas. Este programa, que Gadamer mismo se abstuvo de llevar a la práctica, se hace perceptible en analogía de los textos recientes de Vattimo con la conducta política y los escritos sociales de Martin Heidegger durante la fase nacional-socialista de la historia de Alemania[16] que, antes de la aparición de los Cuadernos negros en 2014, pusiera sobre el tapete Víctor Farías en la década de 1980[17]. A este respecto, aunque nadie en la comunidad filosófica lo haya hecho explícito aún y, más bien, se ha desdeñado[18], el lector podría sospechar que la dimensión aplicativa de la hermenéutica de Vattimo acarrea riesgos y peligros que, a la luz de la historia, el caso Heidegger muestra indeseables. ¿No podría Vattimo y su compromiso latinoamericano ir camino de cargar la filosofía con un nuevo “error” (algo así como “el error de Vattimo”)? Éste es el tema central de Esperando a los bárbaros: la defensa de la hermenéutica como un pensar desde el riesgo.

Esperando a los bárbaros es un conjunto de dos conferencias dictadas por Vattimo en Buenos Aires en el año 2013. La primera se titula “La muerte del arte de las obras de arte” (págs. 19-44); la segunda es “Esperando a los bárbaros (o sólo un dios puede salvarnos)” (págs. 45-73); un texto de estética seguido de otro de filosofía política. Es fácil notar sin embargo que ambos se complementan entre sí y constituyen un solo discurso en cuyo nudo se hallan a la vez Heidegger, sus Cuadernos negros y la pregunta por los riesgos del pensamiento del filósofo políticamente comprometido. Desde el prólogo, compuesto por el director de la Biblioteca Gianni Vattimo, Marcelo González Magnasco, se resalta el particular interés de la dimensión política de la segunda de estas conferencias (págs. 13-14); se referiría a una “izquierda débil” (pág. 16) con pretensiones de ser el pensamiento de “los débiles, los marginados, los invisibles” (pág. 18), sumidos en “un destino violento” (pág. 14). El lector frecuente de la obra de Vattimo se halla allí con lo que resulta una extraña novedad, a saber, la rehabilitación de una “actitud apocalíptica” (pág. 58)[19]; aunque esto puede pasar inadvertido, se trata de un tema filosóficamente determinante, relacionado con el alcance y la radicalidad del pensamiento de Vattimo y la versión de la hermenéutica que de ello se desprende. Desde la década de 1980 el turinés advertía que su obra era susceptible de una interpretación “apocalíptica”, que también denominó entonces “arcaísmo”[20]. Se trataba entonces de advertir contra un error; arcaísmo y Apocalipsis eran parte de una “desviación” de la hermenéutica; eran un peligro por su eventual estimulación a la violencia política, que entonces el autor “débil” recusaba; se trataba del temor ante sus posibles “consecuencias nihilistas” y “reaccionarias”[21]. Pero ya desde 2006 hay indicios de un giro hacia esta misma perspectiva apocalíptica antes negada (y a sus “consecuencias”): un riesgo propio de la “izquierda”, que quizá no resulte por ello tan “débil” ahora, que su autor ha pasado “del diálogo al conflicto”. Se hace necesario, como entiende el lector, encarar el caso Heidegger[22]. El conjunto del texto se sitúa en esta atmósfera apocalíptica que, como reconoce el autor (por sus antecedentes nazis), “puede causar un poco de vergüenza” (pág. 21).

Es conveniente aquí seguir el orden expositivo de las conferencias. “La muerte del arte de las obras de arte” es un extenso comentario a una frase de Nietzsche (cfr. págs. 21-22) que se halla orientado a señalar una propuesta sobre la experiencia artística en el tiempo presente, “en términos políticos o proféticos” (pág. 43); el arte aparece definido como una actividad que, por sus peculiares circunstancias históricas, tendría la misión política de “proponer un mundo”, lo cual es sólo posible para el artista si se halla “en contacto” con su entorno histórico (pág. 42). Es fácil reconocer allí la interpretación social y política que hace Vattimo del ensayo de Heidegger El origen de la obra de arte (1934)[23], y no extraña por ello que sea en función de Heidegger, en mayor medida que de Nietzsche, que se articula el sentido de la conferencia. Para Heidegger la experiencia de la obra de arte es un evento de “verdad”, un acaecer ontológico semejante a la “fundación de un Estado”[24]. Se trata de ordenar aquí un discurso sobre “qué es una experiencia estética” (pág. 22); en la estela de Heidegger, subraya el carácter fundante de una obra de arte como generadora de instituciones sociales nuevas, esto es, como hito social de un acontecer histórico transformador.

En el esfuerzo de “comprender la experiencia estética” (pág. 23) como Heidegger la expresa, el lector reconoce un desarrollo centrado en tres secciones. Se identifica una primera, que es un extenso comentario a la interpretación histórica de la estética según Hegel (págs. 22-28). La comprensión de “arte” de la obra de arte, así como su fin, pasaría básicamente por la herencia de la interpretación de lo artístico por Hegel, aunque su definición correspondería a lo que Luigi Pareyson –profesor de Vattimo-entiende como la concepción tradicional de la obra de arte (pág. 24): un acto de imposición de una realidad autónoma, algo que “se impone” (pág. 24) en “una época” (pág. 27). La segunda sección justificaría la posición de Heidegger a partir de condiciones sociales específicas de inicios del siglo XX: una acelerada industrialización y la objetualización mercantil de la obra de arte; éstas habrían sido enfrentadas por las vanguardias artísticas que precedieron a la conferencia de Heidegger de 1934 y en parte son su trasfondo de sentido (págs. 28-38). La tercera y última sección constituye la propuesta de Vattimo propiamente dicha (págs. 39-43). El lector observa que la definición del arte que pasaría por clásica a través de Pareyson adquiriría un relieve nuevo en el contexto  social de las vanguardias artísticas, frente al cual Heidegger habría politizado la imposición del carácter singular y fundante de la obra de arte. Se trataría de la forma filosófica de un “rechazo ético y político” (pág. 35) del significado social de la obra de arte clásica en la época moderna (cfr. págs. 28-30).

El lector comprende pronto el trasfondo de sentido de la conferencia sobre arte. Tras la propuesta final de Heidegger-Vattimo sobre el carácter social fundante del arte se halla el hecho de que Heidegger diseñó la versión final de El origen de la obra de arte entre 1934 y 1935; tenía entonces a la vista el fastuoso y multitudinario Congreso del Partido Nacional Socialista de Adolf Hitler en Nuremberg, pero aún más la inmortalización de ese mismo congreso por Leni Riefenstah

l en el film El Triunfo de la voluntad (que sin duda es una obra de arte), en suma, la dimensión monumental y artística de ese régimen nazi del que Heidegger era parte suscriptora (cfr. pág. 21). Cuando Vattimo es explícito con la deuda de Heidegger a veces disimula estas referencias nazis fechando el texto en 1936, cuando el vínculo de Heidegger con el Partido Nacional Socialista se había aligerado bastante, al menos respecto de la situación en 1934, que es la que explica el contenido político de la conferencia sobre la obra de arte[25]. Aunque nadie podría reprochar una adhesión similar en Vattimo, lo cual así pensado sería una mera vulgaridad periodística y una frivolidad estúpida, es manifiesto que hay una analogía histórica entre uno y otro filósofo, como Vattimo mismo admite[26]; se trata de una pertenencia mutua al horizonte de una concepción antimoderna y antiilustrada de la racionalidad humana que (para seguir la estrategia de argumentación de la conferencia) descansa en un contexto semejante[27]. “El error de Heidegger estuvo fundado en (un) sentimiento apocalíptico” (pág. 61) –escribe el de Turín-; por ello “es central que nos preguntemos si tenemos razones para ser apocalípticos hoy” (pág. 62), esto es, si vale la pena arriesgarse a error semejante. Y ya sabemos que hay un “cierto tono apocalíptico reciente” que la obra reciente de Vattimo desea rehabilitar, con todo y sus temibles “consecuencias”. Malgré tout, urge separar Apocalipsis de nazismo. Estamos en la conferencia siguiente.

La segunda conferencia no en vano se inicia con una frase que Vattimo toma de Heidegger: “Un gran pensador siempre dice una sola cosa” (pág. 47). Rápidamente el lector reconoce en la segunda conferencia el complemento de la anterior: “cuando hablamos de los filósofos” hay veces en que se debe dar cuenta de sus “vidas” (de sus vidas nacional socialistas) aunque sea “controvertido y problemático” (pág. 48), relativo a algo “respecto de lo que hablé hace seis meses” (pág. 49). Se trata –como ya sabemos- de un tema irresuelto de la conferencia anterior, que acarrea desde su giro político en Del diálogo al conflicto y que es una constante desde entonces[28]. Esta conferencia sitúa la anterior interpretación del arte como imposición social de algo nuevo “desde nuestra condición apocalíptica”; el manido tópico heideggeriano de la obra de arte como evento fundante, análogo a la “fundación de un Estado”. Es desde y porque hay una situación apocalíptica que Vattimo se ocupa de sustentar “la espera frente a la parusía” “sin intentar reducirla a algo que ya pasó”; a “una persona como el Führer” (págs. 72-73), por ejemplo, que es lo que haría un periodista muy documentado pero distraído que buscara en Heidegger (¿o Vattimo?) a un hombre equivocado antes que a un filósofo, como hizo antes Farías. Se trata de comprender e incluso de recuperar positivamente el error de Heidegger, eliminando “lo que ya pasó” (esto es, el nacional socialismo) pero “manteniendo una actitud crítica y conservando la esperanza” (pág. 73).

La conferencia “Esperando a los bárbaros” se inicia con una introducción retórica al tema de la conferencia a través de la explicación de su (doble) título, de un lado, un poema del griego Constantino Kavafis, de otra, una frase de Heidegger interrogado sobre su rol en la Alemania de Hitler. “Sólo un dios puede salvarnos” es una frase en una entrevista que concedió Heidegger en 1953 para la revista Der Spiegel[29]; como ya se ha anticipado, esta frase se relaciona con su compromiso nacional-socialista. El peso definitivo para el nuevo tono apocalíptico de Vattimo se halla en vincular de manera expresa una concepción de la experiencia histórica que acompaña, no sólo a Heidegger, sino al filósofo turinés mismo; se trata de entender la hermenéutica y la ontología del evento desde una urgencia y como un anunciar: como comprensión que no se agota en el presente, sino que adivina y tantea, peronista o bolivariana, en cualquier caso desde fuera de algo que, presente para el hombre, claramente no es de su disposición. En medio de un futuro que es y se quiere misterio, ya que experiencia tremenda y fascinante de una violencia insoportable, “con Heidegger y más allá de él”, preparándose “para una nueva venida del Ser”[30]. Una manera de explicar esto en relación con la historia es pensar desde el final, hacia la revelación de un advenir indisponible. El advenir de los bárbaros, que no pueden ser conocidos (cfr. pág. 50), sino adivinados en la esperanza, la esperanza de “la salud que viene de otro” (pág. 51).

Allí donde “el apocalipsis es el pensamiento único” (pág. 63) “si Heidegger estuviera aquí diría lo mismo”, aunque “quizá con una camiseta nazi” (pág. 67). Pero no es Heidegger quien se halla aquí, sino Vattimo y, en última instancia, con él y a través de él mismo como profeta, una experiencia histórica; instalada desde la violencia metafísica del pensamiento único; es esta experiencia lo que, a nuestro entender, conllevaría el pronóstico de una “parusía” (pág. 73). El hermeneuta adopta pues, una “actitud profética y política” (pág. 41); entiende que un pronóstico es anuncio de algo histórico que él mismo no sabe (cfr. pág. 48); diagnostica, pues, con “temor” (pág. 50) y adivina algo; espera en su advenimiento entre los invisibles y los débiles, allí donde los cuadernos de un filósofo, negros, verdes o rojos, parecen anunciar la esperanza.
Caetera desiderantur…





Tomado de Araucaria digital/ Sección reseñas




[1] G. Vattimo y P. A. Rovatti (eds.), El pensamiento débil [1983],  Madrid, Cátedra, 1995, 363 págs.
[2] G. Vattimo, El fin de la modernidad. Nihilismo y hermenéutica en la cultura posmoderna [1985], Barcelona, Gedisa, 2000, 169 págs.
[3] G. Vattimo, Ética de la interpretación, Barcelona, Paidós, 1992, 224 págs.
[4] G. Vattimo, “Del diálogo al conflicto. Lección magistral de despedida de la enseñanza”, en T. Oñate et alii, El compromiso del espíritu actual. Con Gianni Vattimo en Turín, Cuenca, Aldebarán, 2010, págs. 23-34.
[5] Cfr. G. Vattimo, Della realtà, Milano, Garzanti, 2012, págs. 99-140.
[6] G. Vattimo, De la realidad a la verdad. Conferencia con motivo de la distinción del Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, Fedun, 2014.
[7] G. Vattimo, Dios es comunista. Conversaciones con Marcelo González Magnasco y Adriana Farías, Buenos Aires, Fedun, 2014, 89 págs.
[8] Cfr. G. Vattimo, Dios es comunista, págs. 55 y ss.
[9] Cfr. G. Vattimo, “Del diálogo al conflicto”, págs. 27-29: cfr. particularmente G. Vattimo, “Metafísica y violencia”, en S. Zabala (ed.), Debilitando la filosofía. Ensayos en honor a Gianni Vattimo, Barcelona, Anthropos, 2009, págs. 451-475; comparar el anterior con G. Vattimo, “Fundamentalismo democratico e dialettica del pensiero”, en VV. AA., Democracia profunda, reinvenciones nacionales y subjetividades emergentes, Río de Janeiro, Editora Universitaria Candido Mendes, 2007, págs. 403-410.
[10] G. Vattimo y S. Zabala, Hermeneutic Communism. From Heidegger to Marx, New York, Columbia University Press, 2011, 256 págs.
[11] G. Vattimo, Ecce comu, La Habana, Ciencias Sociales, 2006, 154 págs.
[12] G. Vattimo, Ecce comu. Cómo se llega a ser lo que se era, Buenos Aires, Paidós, 2009, 131 págs.
[13] M. Heidegger, Überlegungen II-VI (Schwarze Hefte 1931-1938), Frankfurt am Main, Vittorio Klostermann, 2014 (GA 94); M. Heidegger, Überlegungen VII-XI (Schwarze Hefte 1938/39), Frankfurt am Main, Vittorio Klostermann, 2014 (GA 95); M. Heidegger, Überlegungen XII-XV (Schwarze Hefte 1939-1941), Frankfurt am Main, Vittorio Klostermann, 2014 (GA 96).
[14] Cfr. G. Vattimo, “La reconstrucción de la racionalidad”, en G. Vattimo (comp.), Hermenéutica y racionalidad, Santa Fe de Bogotá, Norma, 1994, págs. 141-161.
[15] Cfr. H-G. Gadamer, Verdad y Método. Fundamentos de una hermenéutica filosófica, Salamanca, Sígueme, 1993, págs. 378 y ss.; J. Grondin, Introducción a la hermenéutica filosófica, págs. 168-169.
[16] Cfr. G. Vattimo, Della realtà, págs. 172 y ss.
[17] V. Farías, Heidegger y el nazismo [1987], México, FCE, 1998, 602 págs.
[18] Cfr. D. M. Leiro, “Hacia una hermenéutica de la escucha”, en T. Oñate et alii, El compromiso del espíritu actual. Con Gianni Vattimo en Turín, Cuenca, Aldebarán, 2010, pág. 60.
[19] Hace referencia a una (entonces) célebre conferencia de Jacques Derrida en Cerisy-La-Salle (1982). Cfr. J. Derrida, Sobre un tono apocalíptico adoptado recientemente en filosofía, México, Siglo XXI, 2006, 79 págs.
[20] Cfr. G. Vattimo, Más allá del sujeto. Heidegger y la hermenéutica, Barcelona, Paidós, 1989, págs. 15-16; G. Vattimo,  Ética de la interpretación, págs. 16 y ss., 64-65.
[21] G. Vattimo, Ética de la interpretación, pág. 22.
[22] Cfr. G. Vattimo, Ecce comu, págs. 52-53.
[23] M. Heidegger, “El origen de la obra de arte”, en Sendas perdidas, Buenos Aires, Losada, 1960, págs. 13-67.
[24] Cfr. M. Heidegger, “El origen de la obra de arte”, pág. 51; G. Vattimo y S. Zavala, Hermeneutic Communism, pág. 42; G. Vattimo, “Del diálogo al conflicto”, pág. 31.
[25] G. Vattimo, “Del diálogo al conflicto”, pág. 29; G. Vattimo, Della realtà, págs. 125-126.
[26] Cfr. G. Vattimo, “Del diálogo al conflicto”, págs. 32-33.
[27] Como explícitamente resalta el propio Vattimo en una entrevista de 2013; cfr. G. Vattimo, Dios es comunista,  págs. 67-68; G. Vattimo, “Del diálogo al conflicto”, págs. 28-29.
[28] Cfr. G. Vattimo, “Del diálogo al conflicto”, págs. 28-33; G. Vattimo, Della realtà, págs. 12 y ss.
[29] M. Heidegger, “Entrevista del Spiegel” [1976], M. Heidegger, La autoafirmación en la Universidad alemana. El Rectorado, 1933-1934. Entrevista del Spiegel, Madrid, Tecnos, 1989, pág. 71.
[30] G. Vattimo, “Metafísica y violencia”, en S. Zabala (ed.), Debilitando la filosofía. Ensayos en honor a Gianni Vattimo [2007], Barcelona, Anthropos, 2009, pág. 472.

martes, 19 de mayo de 2015

Tres nuevos libros de Gianni Vattimo


Para Vattimo, ¿Dios es comunista?

Esperando a los bárbaros. Buenos Aires: FEDUN, 2014



Añadir leyenda
Dios es comunista. Buenos Aires: Fedun, 2014



De la realidad a la verdad. Buenos Aires, Fedun, 2014



Para una reseña de los libros presionar los íconos

martes, 10 de febrero de 2015

Gianni Vattimo. Hermenéutica y ontología del evento (seminario de verano UNFV, Lima)



Gianni Vattimo
Hermenéutica y ontología del evento

Seminario de Verano
Universidad Nacional Federico Villarreal



lunes, 9 de febrero de 2015

Seminario - Taller de Verano UNFV: Diálogo con Gianni Vattimo/ Hermenéutica y ontología del evento





 

Dicta: Dr. Víctor Samuel Rivera

Lugar: Salón principal, Instituto Raúl Porras Barrenechea
Calle Colina 398, Miraflores

Fecha: Del 20 de febrero de 2015 al 20 de marzo de 2015

Horario: Días viernes de 11:00 am a 1:00 pm.

Tema: El Seminario-taller se orienta a presentar el pensamiento político y social de la última etapa del pensamiento del filósofo hermeneuta italiano Gianni Vattimo (Turín, 1936 - ), una de las personalidades vivas de mayor relevancia en la filosofía de tradición continental y una figura en la formación del pensamiento político-filosófico contemporáneo en el mundo de habla española. Creador de la hermenéutica nihilista y de la corriente en filosofía denominada “ontología del evento”. Se va a estudiar sus obras más relevantes desde 2003 hasta la actualidad, el uso y la evolución de su vocabulario, sus fuentes así como sus posibles aplicaciones en la interpretación de la realidad política y social.

Objetivo: Introducir al participante al vocabulario y las estrategias de argumentación de la ontología del evento. Desde el punto de vista bibliográfico, se va a enfatizar en las obras de Vattimo Nihilismo y emancipación (2003), Ecce comu (2006), Comunismo hermenéutico (con Santiago Zabala, 2011) y De la realidad (2012). Se examinará además textos del director del Seminario-taller que reseñan, evalúan y critican al autor estudiado. Otra bibliografía será recomendada para complementar el estudio.

Programa del Seminario – Taller:

Sesión del 20 de febrero: Introducción a la hermenéutica filosófica. Problemas y fuentes de la tradición hermenéutica. La hermenéutica frente a la tradición cientificista y la ilustración. La hermenéutica de Heidegger. La hermenéutica de Gadamer. Vattimo y la cuestión del nihilismo.

Sesión del 27 de febrero: Nihilismo y emancipación. Racionalidad y hermenéutica en el primer Vattimo. El pensamiento social como ontología, ontología de la actualidad. El pensamiento de Vattimo y la dicotomía izquierda y derecha. ¿Qué hace de izquierda a Vattimo?

Sesión del 6 de marzo. Ecce comu. Racionalidad y hermenéutica en el segundo Vattimo. La hermenéutica y su vínculo con la tradición anglosajona: Ludwig Wittgenstein, Richard Rorty. El problema del debolismo. Evento del Ser y revolución.

Sesión del 13 de marzo: La lección de despedida de 2008. Comunismo hermenéutico. Gestell y evento como temas transversales del pensamiento del segundo Vattimo. Sentido ontológico de la revolución bolivariana. Comunismo hermenéutico y hermenéutica nihilista. Restauración del concepto de “revolución”. Heidegger y Marx.

Sesión del 20 de marzo: Las Gifford Lectures y la ontología del evento de 2010. La cuestión de la violencia. Tipos de violencia en Vattimo. Violencia de la metafísica. Metafísica y Gestell. El giro kuhniano en el pensamiento político de Vattimo. El evento como violencia ontológica.

Reseña del Director del Seminario – taller:
Víctor Samuel Rivera (Lima, 1964) es doctor en Filosofía y magíster en Historia de la Filosofía por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; licenciado en Filosofía y Bachiller en Humanidades por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Es miembro de la Sociedad Peruana de Filosofía en mérito de su producción académica desde 1992. Es profesor de la Escuela Profesional de Filosofía de la Universidad Nacional Federico Villarreal. Ha coordinado con Carlos Muñoz (España) y Daniel Leiro (Argentina) Ontología del declinar (Buenos Aires, Biblos, 2009); fue incluido en la compilación de Gianni Vattimo et alii El Mito del Uno (Madrid, Dickynson, 2006) y en el volumen de Éndoxa (Madrid) consagrado en honor de Hans-Georg Gadamer (2005).

Víctor Samuel Rivera ha publicado más de 80 colaboraciones en libros colectivos, artículos de revistas indexadas y reseñas en España, Italia, Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México, Venezuela y Bolivia. En Perú ha escrito colaboraciones para Lexis (PUCP), Areté (PUCP), Socialismo y participación, El pensamiento y la escritura (UNMSM), entre otros. Considerado en los Archives Descartes (París), miembro del grupo internacional de investigadores en conceptos políticos Iberconceptos (Universidad del País Vasco).

Descripción operativa:

El Seminario-taller consta de cinco sesiones de dos horas lectivas cada una distribuidas a lo largo de cinco semanas. Las sesiones constan de una lección magistral, seguida de una hora de diálogo en torno a lecturas previamente señaladas. Es obligatoria la lectura previa de los textos que en cada caso se asignen.

CIDEHMER, Escuela de Filosofía de la Universidad Nacional Federico Villarreal, Grupo Razón y Diálogo, Instituto Raúl Porras Barrenechea.

El ingreso a la sesiones sin certificación es gratuito.


Para la expedición de certificados, coordinaciones e informes: seminariovattimo2015@gmail.com

martes, 13 de enero de 2015

Charlie Hebdo. Irrupción del evento en el nihilismo cumplido





  
Charlie Hebdo
Irrupción del evento en el nihilismo cumplido

Dr. Víctor Samuel Rivera
Miembro de la Sociedad Peruana de Filosofía



Charlie Hebdo preparaba ese miércoles 7 de enero su siguiente edición; posiblemente entre las muchas ideas interesantes de los editores estuviera satirizar contra Alá, o tal vez contra su santo Profeta, ya que la religión es uno de los tópicos obligados de las revistas satíricas europeas cuya agenda ontológica es el nihilismo. Heidegger, mientras participaba como investigador en los Archivos Nietzsche en el régimen de Hitler, pensó que el nihilismo era síntoma de una época histórica en la que la metafísica había configurado un mundo social que se había extrañado del Ser, esto es, que había perdido la experiencia del sentido histórico y social de la vida humana misma, lo cual incluye la religión. Friedrich Nietzche distinguió diversos tipos de “nihilismo”; degradar en el lenguaje social la experiencia religiosa ingresa como “nihilismo activo”: llevar a cabo y consumar con el propio esfuerzo la experiencia de un mundo que fuera exclusivo del hombre, lo que se realizaba a través de la violencia y el asesinato para “destruir” los residuos del mundo anterior. Gianni Vattimo ha hecho notar hace poco que la religión de los europeos del pasado los hacía capaces de ir a la santa cruzada, esto para subrayar lo que la religión les significaba a esos mismos europeos. Hoy, que la religión vive los tiempos del nihilismo cumplido, es una experiencia insignificante. La “experiencia religiosa posmoderna” no se incomoda por materia de religión. Los europeos más bien se entretienen bastante con dibujos satíricos sobre el dios de la cruz, pero los dirigidos contra Alá y su santo Profeta deben parecerles aún más chistosos. El hombre ordinario, que compra revistas satíricas y tiene por esencia las habladurías del mundo público, que Heidegger tipificó en la analítica de Sein und Zeit (1927), se identifica con el nihilismo que éstas presuponen. Charlie Hebdo, sorprendentemente, no sacó la edición de la semana. Desde algún lugar hermenéutico que no es el nihilismo cumplido irrumpió Alá, o el santo Profeta, o tres terroristas, y Charlie Hebdo cerró con la muerte.



Parece existir un ámbito hermenéutico que alberga la clase de violencia con la que los europeos no desean comprometerse, la religiosa, un punto que, teniendo sus efectos en el mundo del nihilismo cumplido, puede ser tan metafísicamente activo como él. Si los europeos no van a la santa cruzada es porque el nihilismo activo se ha impuesto como horizonte de mundo; uno debería esperarse que los chistes satíricos de los periódicos antirreligiosos fueran siempre para todos, para el hombre de las habladurías, ocasión de una gran risa. En un mundo nihilista no debía haber lugar para la indignación, la ofensa o el dolor cuando se mancilla algo que alguien considera sagrado. Y de hecho no lo hay. El Papa jamás se ha quejado de Charlie Hebdo, cuyos crueles chistes contra el sacrificio de la misa no han merecido jamás comentario alguno, al extremo de que podemos decir que es una verdad social europea que la religión no constituye un sentido, ni siquiera para los cristianos mismos, pues, como se ve, ni el Papa ha mostrado jamás inconformidad con que el dulce nombre de Jesús aparezca entre las más curiosas aberraciones, cuyas imágenes pueden verse por internet. Muchos curas de Francia se solidarizaron con Charlie Hebdo, algo que es muy humano pensando en el personal de la revista ejecutado el 7 de enero, aunque esos mismos curas, en fidelidad al Papa, jamás se sintieron afectados por las sátiras contra realidades que pregonan ellos mismos como santas, lo cual muestra la pertenencia de ellos mismos al nihilismo. El sangriento final de Charlie Hebdo movilizó días después, junto a más de tres millones de personas en Francia, a los jerarcas civiles de los Estados liberales europeos, e incluso al Rey islámico de Jordania, que al parecer debe tener un sentido del humor increíblemente divino.


El hombre del mundo ordinario de Sein und Zeit  es también aquél cuya experiencia común y el sentido de cuya vida es la ausencia de movimiento, es decir, que nada acontezca, que es lo mismo que decir que nada altere, se apropie de la atención del hombre de ese mundo. Es el mundo de la metafísica porque tiene sus características de quietud, y es el mundo burgués pues éste se ha fundado en la metafísica, y es su efecto histórico, en el sentido que esta expresión se usa en la hermenéutica filosófica. Y, aunque parezca increíble, al menos desde el punto de vista de las significaciones históricas y sociales, es una clase de mundo que los propios nihilistas del siglo XIX hubieran querido instalar: un mundo sin historia, como al parecer, como Vattimo reconoce, Nietzsche mismo pensó. Vattimo, en referencia a ese mismo mundo por parte de Heidegger, llama a esta situación donde no pasa nada, donde no hay sentido, y por ello, donde el nihilismo se ha consumado como una realidad histórica, “falta de urgencia”; sobre la base de esta idea de que acontece un mundo con “falta de urgencia” que ha articulado, con Santiago Zabala, un libro en 2011 que estimula el movimiento social como tarea filosófica. Sea como fuere, no puede, después del episodio Charlie Hebdo, decirse que se vive en Europa en un mundo de “falta de urgencia”. Tres hombres, o Alá o su santo Profeta lo han hecho “moverse” o han generado una revolución, que es como describe esta clase de situaciones hermenéuticas el Conde de Maistre. Tres millones seiscientas mil personas se “movieron” en toda Francia bajo el grito unánime “Je suis Charlie Hebdo”, acompañadas por el Rey de Jordania, que se movió sin duda desde muy lejos. Esta idea de ser movido frente al mundo social inmóvil puede y debe ser interpretada en términos de evento. A partir de las referencias al evento de Heidegger en la tardía conferencia Tiempo y Ser, Vattimo trató ese concepto como una interpretación dinámica a la vez que histórica de la ontología, que hace del pensamiento del Ser también su acontecer como una suerte de hablar para el hombre que remite mensajes desde su procedencia. Estos mensajes no son, como en Heidegger de Tiempo y Ser, meros mensajes para “pensar”, sino que son pensamiento del Ser, vale decir, realidades sociales efectivas que no son el resultado de “pensamientos” del hombre, sino realidades que dan qué pensar porque conmueven, “se apropian” del hombre y lo obligan pensar, pero también lo mueven en el sentido literal en que tres terroristas han movido al mundo.

 El mundo del nihilismo consumado ha sido movido por Alá, o por el santo Profeta o, lo que sería aún más increíble para el hermeneuta, por tres terroristas humanos que no son nihilistas activos. Lo inmóvil, el chiste interminable del mundo de las habladurías, fue sacudido.  Cuando un universo social cualquiera cuya naturaleza es la re

gularidad, la repetición y la banalidad es movido, ha ocurrido una revolución. Eso pensaba ya Joseph de Maistre en referencia a la Revolución Francesa. El mundo ordinario es a la vez el mundo donde el Ser es extraño y, por lo mismo, no acontece. La realidad de la mofa de lo divino es precisamente un buen argumento de que el Ser no es allí manifiesto. Pero he aquí que donde había estabilidad y seguridad, hay ahora movimiento e incertidumbre; las habladurías del mundo ordinario del público se muestran inútiles para contener un cambio que sabemos no procede de ellas mismas y que  ellas, singularmente, no pueden explicar: no nos puede negar esto el Rey de Jordania, el único monarca que se ha movido a París para juntarse con multitudes anónimas que gritan “Je suis Charlie Hebdo”, allí donde el rey cristianísimo fuera guillotinado en 1793. Aunque ni el Rey ni las multitudes lo comprendan, algo ya no va a volver a ser nunca más igual en el mundo del nihilismo cumplido mismo, algo que es tan cierto justamente en la medida de la movilidad que ha seguido. Su mundo se ha modificado así para siempre y no sabemos ya más si seguirá siendo nihilista, pues una revolución, lo que en la hermenéutica nihilista se denomina “un evento” se caracteriza por modificar la constitución del mundo histórico donde ha irrumpido. Estamos así ante un “evento inaugural”, cuya definición es “romper la continuidad del mundo precedente”.



Es curioso que los europeos se indignen mucho cuando se vulnera el derecho de los animales, sobre cuyo dolor es difícil imaginar una tira cómica. Están dispuestos a ir a la guerra santa contra el resto de la especie humana por las ideas que Kant tenía sobre el “Hombre universal”, que se han vuelto entretanto sus propias ideas públicas y corrientes, para cuya suscripción no hay sino que leer periódicos o reírse en gacetas. Es interesante que el Hombre universal no pueda realizar atentados terroristas con sus propias manos, pues es notorio que el Hombre universal, el hombre en cuanto tal, sólo acontece en el mundo histórico como un lenguaje. Pero ese Hombre no es pacífico en absoluto, pues tiene portadores; su portador es aquel que piensa de sí que él mismo es universal. Y por ello el Hombre universal hace la guerra terrorista como parte de la agenda del nihilismo activo en todo el orbe de la Tierra, que es el alcance de la geografía hermenéutica de este Hombre, y hace vigentes así sus derechos políticos y los realiza. Ese Hombre, cuya imagen no conocemos –como ha notado el Conde de Maistre desde que ese Hombre fue inventado por la Ilustración-, ha devenido históricamente, entretanto como ya sabemos, en el hombre de la experiencia del mundo ordinario de Sein und Zeit y se ha hecho la experiencia del hombre de la calle. Para él no hay nada extraordinario ni importante en su propio terrorismo, que tiene las características de su mundo ordinario; es parte de un conjunto de acciones que hacen la vida sin sentido del nihilismo más agradable y segura, más “estable”, como se acostumbra decir en el lenguaje de la filosofía política anglosajona. Llaman a su régimen de terror desapercibido “guerras humanitarias”, y se entretienen acosando la experiencia religiosa de sus habitantes, católicos o musulmanes.

Es conocido que el nihilismo en general es un fenómeno histórico que surgió en el siglo XIX, y que los primeros nihilistas eran activistas cuya agenda consistía en acelerar la historia social, que ellos creían correspondía a un sentido unidireccional universal que podía ser anticipado. Es evidente que reconocieron esa intervención humana en la aceleración histórica como una violencia, pues el trabajo de los nihilistas era el terrorismo, el asesinato selectivo y a veces gratuito de los personajes que constituían el símbolo de la vida social de sus actuales. Eran tiempos en que el nihilismo activo consistía en balear a una reina en un tren y no en hacer meros dibujos chistosos, aunque los hubiera. Pero también eran los tiempos en que Bernardette podía ir a Santa María de las Victorias de París a implorar la intercesión de San Miguel Arcángel, rezando el Confiteor Deo omnipotenti. La actividad terrorista del nihilismo encontraba y realizaba su propio sentido histórico en la destrucción del mundo de Bernardette. Charlie Hebdo pudo hacer divertidos dibujos sobre lo santo gracias a una realidad: el 3% de franceses que va a misa y los 5 millones de musulmanes que adoran a Alá y veneran al santo Profeta. Como nihilistas activos sólo logran su objetivo gracias a estas minorías que están allí para hacer escarnio de ellas. Pero esto tiene un significado metafísico: la experiencia del nihilismo hacia el fin de la metafísica no es el fin de la historia. Y el terror de los nihilistas, gracias a Charlie Hebdo, sabemos ahora puede llegar a ser el terror de lo santo.

El 8 de enero de 2015 Charlie Hebdo apareció en las primeras planas de los diarios serios, pues hubo 12 muertos en sus oficinas. Alá y el santo Profeta aparecieron a su lado.


Caetera desiderantur...


PD: Puesto que no todos mis lectores son filósofos y se van a fijar más en las imágenes que en los textos, ruego de corazón a las personas creyentes en cualquier religión disculpen el haber reproducido los execrables dibujos blasfemos de Charlie Hebdo, pero de otro modo las cosas no quedan tan claras como debe ser. Y para los que juzgan el pensamiento por imágenes (al carecer de las herramientas para argumentar o, qué digo, para entender) vean bien las imágenes y diviértanse con ellas, que es lo que espero de esa gente.


 
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