Víctor Samuel Rivera
Les entrego este artículo publicado con diferencia de título en El Librepensador del 17 de setiembre de 2012. He realizado un par de correcciones de errores de tipeo que no me ha sido posible realizar en el texto original.
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El 11 de septiembre de 2012 los Estados Unidos podían aletear tras el viento del
triunfo. “El liderazgo de Al Qaeda está devastado y Osama Bin Laden no volverá
a amenazarnos”, dijo entonces el presidente de ese país, un hombre de origen
islámico no nacido en la tierra americana de Estados Unidos y cuyo nombre es “Obama”.
Ése era el undécimo día del año once del noveno mes del atentado más grande que
sufrieran los Estados Unidos en toda la historia de su existencia en el
continente americano, donde Obama no nació. Pero ese mismo día, para la
perplejidad del hermeneuta, el 11 de setiembre de 2012, con la completa
adherencia y júbilo explícitos de Al Qaeda, mientras Obama daba el dictum “no volverán a amenazarnos”, el embajador de los Estados Unidos en un país islámico fue asesinado de modo brutal. Era un acto sin precedentes en la historia de la Tierra entera. El Embajador sucumbió con otros funcionarios de su legación a manos de una horda de militantes religiosos que invocaba rabiosamente el nombre Santo de Alá. El
difunto era el embajador de Estados Unidos en Bengasi, Libia, y fue masacrado
ese 11 de setiembre justamente por los aliados islamitas del Presidente Obama
en un país invadido y ocupado recientemente por una coalición monárquica que es
amiga de la nueva política exterior del antedicho Obama en el mundo árabe.
Uno puede creer que la historia, las historias que narramos, son meros hechos, meras anotaciones de acontecimientos relevantes que se van sumando en el arbitrario sentido del recuerdo del hombre. Y entonces Obama y Osama, las declaraciones del primero
sobre Al Qaeda y que se muera salvajemente un embajador en el antiguo Reino
islámico de Libia el 11 de septiembre son meros accidentes. Pero es una
evidencia originaria –con la que debemos contar- que las casualidades de esta
naturaleza nos resultan repugnantes. Nos resulta imposible pensar que no
constituyen un sentido. Que no puede ser que no tenga sentido que las
coincidencias hayan sido precisamente esas coincidencias y no otras.
Desde las declaraciones de Obama el 11 de setiembre se ha puesto en marcha una nueva Primavera Árabe.
Llamo “ponerse en marcha” en un sentido tomado de un ensayo de El Origen de la
obra de arte” (1934) y que se ocupa del tema de la génesis de las instituciones
sociales y de los procesos históricos genéticos, que dan lugar a realidades
sociales antes impensadas, es decir, no predecibles en términos de un cálculo
de probabilidades o de una estimación, por acuciosa que fuera, de los datos
disponibles en el sentido en que los tiene un analista político o un sociólogo.
Para Heidegger las realidades sociales emergentes (él diría “la fundación de un
Estado”) tienen su verdad, se realizan, cuando son “puestas en marcha”. Quiere
decir: cuando se unen en una secuencia de sentido de hechos efectivos, que se
articulan y transforman en una realidad final. En este caso, es la nueva
Primavera Árabe. Una primavera en que Al Qaeda va a colocar muchas de las
flores.
Que algo está en marcha en el mundo árabe se llamó hasta hace poco “La Primavera democrática del mundo árabe”. La imagen genérica de este hecho consistía (y consiste) en creer que viejas estructuras de poder que se considera “autoritario” o “totalitario” en el mundo musulmán van a ser barridas por las posibilidades de comunicación y coordinación política que hacen posible las nuevas tecnologías de la
comunicación. La prensa justificó así increíbles transformaciones, que se
tomaron inmediatamente como “avances” del pensamiento único, esto es, de los
valores e instituciones que por grado o por fuerza han promovido los Estados Unidos y sus colonias desde el fin de la Guerra Fría. Se derroca al tirano de Túnez. Luego de algunos meses, y con la ayuda no autorizada por instrumento legal alguno de sus antiguos aliados en la OTAN, una rebelión monarquista en Libia depuso al excéntrico Muamar Gadafi. Lo más notorio fue la rápida caída, en cuestión de semanas, del régimen militar del Egipto. Y así, tres países sólidamente aliados del pensamiento único, sin duda con la colaboración de Internet, se han transformado, en mayor o menor grado, en regímenes religiosos islamitas con mayor o menor grado de moderación. En Marruecos y Bahrein, monarquías tradicionales que fueron amenazadas también por esta “primavera”, todo ha quedado, comenzando con los tronos, más o menos igual. Siria, la única república moderna al viento de esta primavera que no se ha convertido aún en un Estado religioso, cuenta en su supervivencia con el apoyo dela República del Pueblo de la China y de Rusia, seguramente el único país que hay en Europa donde los homosexuales son reprimidos si desean hacer mítines y hay manifestaciones antigay presididas por la Virgen María. Hubo una esencia religiosa tras esta primavera
democrática que, sin embargo, pasó desapercibida para analistas y sociólogos,
aunque no para los ojos del hermeneuta ni del teólogo político.
Inmanuel Kant, arquetipo del pensador metafísico de lo que los Estados Unidos han significado en la historia del Occidente, se hizo alguna vez la pregunta de si se puede o no hacer pronósticos en la historia, es decir, de si la historia puede o no ser conocida en su sentido. Una opción es el sinsentido, es decir, la suma de casualidades en las que no es posible creer, que es un imposible hermenéutico. Otra la historia optimista guiada por las directrices de la razón, que busca ordenar los acontecimientos, los eventos, bajo la idea de lo que debe ser, es decir, lo que tiene que ser. Esto último es lo que hubiera hecho Kant mismo y han hecho hasta ahora quienes veían en los hechos del Oriente islámico una “primavera democrática”, es decir, una ampliación geográfica del pensamiento único, el Occidente y los valores de los Estados Unidos. Pero hoy se ha puesto en marcha claramente la obra de la verdad, al decir de Heidegger. Y la tercera opción de profecía se transforma en realidad. Kant la denominó la interpretación “terrorista” y “apocalíptica”, en irónica alusión a quienes diagnosticaban males sin fin de la Revolución Francesa desde el ángulo de
interpretación religiosa del fenómeno, donde la única razón que se está
dispuesto a oír es la que procede del Ser.
La Primavera democrática en el mundo
islámico debe ser vista en realidad como la primavera de la religión en
Oriente, el invierno y la tundra del liberalismo en el mundo. Así, en pocos días, en todo el mundo árabe, desde Oriente hasta el África, las embajadas de Estados Unidos y
sus aliados son el colapso intensivo a la vez del Islam y la muerte. Ésta,
señores, es la Nueva Primavera. La Primavera Religiosa del Oriente. Y es el
Internet la causa, donde un día 11 de septiembre un sionista colgó
un vídeo del Profeta Mahoma como pedófilo, acosador, estúpido y
manicorto, como suelen ser los personajes de los diarios y los noticieros de la
sociedad norteamericana que preside Obama.
Hoy, 16 de septiembre de 2012, Al Qaeda insta a continuar los asesinatos y las masacres en todo el mundo “contra la soberbia de Estados Unidos”. ¿Hacia dónde, por qué vías es que se expande la geografía metafísica hoy en día? Esa pregunta es la clave de toda la historia que seguirá la marcha de este asunto.
Datos personales
- Doctor en filosofía. Magíster en Historia de la Filosofía. Miembro de la Sociedad Peruana de Filosofía desde 1992. Crío tortugas peruanas Motelo y me enorgullezco de mi biblioteca especializada. Como filósofo y profesor de hermenéutica, me defino como cercano a lo que se llama "hermenéutica crítica y analógica". En Lima aplico la hermenéutica filosófica al estudio del pensamiento peruano y filosofía moderna. Trabajo como profesor de filosofía en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; he trabajado en Universidad Nacional Federico Villarreal desde 2005. He sido profesor en la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima hasta 2014. He escrito unos sesenta textos filosóficos, de historia de los conceptos, filosofia política e historia moderna. Tengo fascinación por el pensamiento antisistema y me entusiasma la recuperación de la política desde el pensamiento filosófico. Mi blog, Anamnesis, es un esfuerzo por hacer una bitácora de filosofía política. No hago aquí periodismo, no hago tampoco análisis político de la vida cotidiana- De hecho, la vida cotidiana y sus asuntos no son nunca materia del pensamiento.
domingo, 30 de septiembre de 2012
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4 comentarios:
quiero hacer una pequeña aclración,cuando hablas de que surgen ´´realidades sociales no pensadas´´ ya engels en su famosa :dialectica de la naturaleza habia esclarecido el tema, pues haciendo uso de la dialéctica afirmaba que los fenomenos sociales son ,por negación, superación de los fenomenos sociales reinantes. qué quiere decir esto:que los fenomenos politicos, a la luz de la dialectica marxista ,se presentan irreconosibles para los, dice, ´´filisteos politisante´´es decir, presenta caracteristicas tan progresadas que se hacen dificiles de reconocer.
obviamente que un hombre inteligente no usaria a heidegger para defender esta tesiss sino a los dialéticos. Hay una discrepancia en ese tema con los emperistas logicos que denuncian la dialectica como metafisica tradicional por tener resagos de Hegel,bueno es todo un tema que se abarcará mas adelante.
la ´´filosofía´´heideggeriana es decadente, es reaccionaria por eso no creo sea objeto de estudio y analogia para temas filosofico políticos . En cuanto al resto del artículo es periodismo del que el autor se banagloria de no practicarlo y asociarlo con prácticas liberales
abrazos
ya sabes quién soy
Simplemente genial el artículo. Haces un análisis hermenéutico del sentido histórico que se revela en el evento de la Primavera. Y es que la reacción del mundo árabe, es la expresión de la confrontación entre la vis homogeinizante del pensamiento único y la necesidad de diferenciación que se desvela en la "razón que procede del Ser".
Un abrazo mi querido amigo,
Raúl Haro
Estimados lectores;
Por lo general nunca publico anónimos, pero la ignorancia a veces merece una buena medalla. Esto por la sarta de idioteces del estrellado aporte de "anónimo".
VSR
Estimado Raúl;
Hacía tiempo que no redactaba un texto de ontología de la actualidad, fundamentalmente por falta de tiempo para escribir. El tema de fondo es la lucha metafísica entre el pensamiento único y lo que yo consideraría una auténtica rebelión del Ser contra la voluntad humana (moderna), pero esto da para mucho y espero encontrar momento para expresarlo.
Un abrazo,
VSR
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