Víctor Samuel Rivera

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El otro es a quien no estás dispuesto a soportar

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Doctor en filosofía. Magíster en Historia de la Filosofía. Miembro de la Sociedad Peruana de Filosofía desde 1992. Crío tortugas peruanas Motelo y me enorgullezco de mi biblioteca especializada. Como filósofo y profesor de hermenéutica, me defino como cercano a lo que se llama "hermenéutica crítica y analógica". En Lima aplico la hermenéutica filosófica al estudio del pensamiento peruano y filosofía moderna. Trabajo como profesor de filosofía en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; he trabajado en Universidad Nacional Federico Villarreal desde 2005. He sido profesor en la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima hasta 2014. He escrito unos sesenta textos filosóficos, de historia de los conceptos, filosofia política e historia moderna. Tengo fascinación por el pensamiento antisistema y me entusiasma la recuperación de la política desde el pensamiento filosófico. Mi blog, Anamnesis, es un esfuerzo por hacer una bitácora de filosofía política. No hago aquí periodismo, no hago tampoco análisis político de la vida cotidiana- De hecho, la vida cotidiana y sus asuntos no son nunca materia del pensamiento.

sábado, 26 de octubre de 2013

El tiempo histórico en Bartolomé Herrera (Introducción)

El tiempo histórico en Bartolomé Herrera
Introducción

Víctor Samuel Rivera

Bartolomé Herrera [1808-1864] destaca en los estudios de historia política peruana porque fue la cabeza visible del ultramontanismo en el Perú de su siglo. Deudor del pensamiento contrarrevolucionario francés de la Restauración, le dedicamos un artículo sobre ese tópico en la revista Araucaria por el bicentenario de su nacimiento en 2008. Ahora que estamos estudiando las temporalidades en el siglo XIX quisiéramos un post con los anticipos de nuestro trabajo en relación con el autor.

En el estudio de los conceptos políticos un elemento muy relevante es la historia, que es también un concepto social. Es aún vigente desde el punto de vista de los lenguajes la idea de que la Historia –así, con mayúsculas- es un concepto unitario que revelaría una experiencia del tiempo universal en una sola dirección; una dirección privilegiada donde los acontecimientos son parte de un “avance” hacia el “progreso”. Pero éste es el lenguaje de los publicistas, que en esto como en mucho se ha detenido en el siglo XX. Data de tiempo reciente el cuestionamiento de la idea de la unidad de la historia y se debe sobre todo a las investigaciones de Reinhart Koselleck situar el origen de la idea moderna de la historia hacia 1750. Es su mérito haber destacado que se trata de un concepto que articula una cierta experiencia social del tiempo: la experiencia social del tiempo que llamamos comúnmente “modernidad”. En el ámbito de la historia conceptual se ha precisado la relatividad de la experiencia social que abarca en cada caso el concepto de “historia”. Si la Historia es un concepto social que articula una experiencia es razonable pensar no que hay una “Historia”, sino múltiples historias cada una de las cuales va de la mano con una experiencia propia del tiempo histórico. Cada una de estas múltiples historias se identifica porque se reconoce en un acontecimiento inaugural que le confiere su sentido. Éste es el punto en que entra nuestra reflexión sobre Herrera.

El predominio de la Historia –con mayúsculas- como categoría moderna tiene el efecto perverso de ocultar percepciones alternativas del tiempo histórico. Las de pueblos ajenos a la tradición occidental, por ejemplo, pero también los conceptos del tiempo que los diversos actores sociales pueden haber tenido en ciertos periodos de la historia política en un cierto contexto dentro de la misma tradición. Estos conceptos del tiempo ordenan y dan significado a las acciones sociales específicas; las ubican en un espacio de experiencia y en un horizonte de expectativas (para emplear categorías de Koselleck) más concretos y definidos que el de la “Historia”. François Hartog ha empleado para estos conceptos del tiempo la expresión de “regímenes de historicidad”. El referente que define un régimen de historicidad es el acontecimiento inaugural frente al que se instalan y cobran significado las acciones sociales. Y tendremos tantos regímenes de historicidad según cuántos “comienzos” ordenen y cualifiquen los fenómenos políticos en los cuales están involucrados los agentes que emplean en tal o cual caso un cierto concepto de la historia (sin mayúsculas). La historia a la que pertenecen y pertenecen sus acciones tiene ciertamente un inicio fundante. Reconocer ese inicio es reconocer un determinado régimen de historicidad, esto es, una cierta historia.

Con estas reflexiones creo haber escrito lo suficiente para hacer una introducción conceptual al tema de la temporalidad en Bartolomé Herrera. En los post siguientes intentaré argumentar lo siguiente: En los textos polémicos de Bartolomé Herrera que revelan su experiencia del tiempo, se revela que éste se considera a sí mismo como perteneciente a varios regímenes de historicidad. Por lo menos encontramos tres: Uno cuyo acontecimiento inaugural es la independencia de la República del Perú; otro cuyo acontecimiento inaugural es la Revolución Francesa; otro cuyo acontecimiento inaugural lo constituye la publicación e influencia de las obras de Jean-Jacques Rousseau. Habrá que tener algo de paciencia para el desarrollo de estas ideas.

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